CENTRO DE INVENCIONES SOCIOLÓGICAS

CENTRO DE INVENCIONES SOCIOLÓGICAS

ANÍBAL MALVAR

Yo no sé para qué pago todos los años el CIS con mis impuestos, si el tal Centro de Investigaciones Sociológicas no me sirve para nada. A mí que me lo corten por falta de pago (si puedo), como le cortan a otros la luz. Yo no he contratado ningún ahuyenta Podemos. Ellos no me asustan, y yo hasta les profeso cierto cariño. Así que las encuestas del CIS entran en mi casa con la misma naturalidad que el cucal en el hogar de un entomólogo. Esta mañana mismo he abierto El Mundo y me ha dado un pasmo. El 30% huye de Podemos, titula el rotativo de la bola neoazul. El acabóse del perroflautismo. Solo un 17,7% de estimación de voto, tres puntos menos que lo que Pablo Iglesias recabó el 20-D. En el editorial de El País, se me instruye sobre que “el debilitamiento de las expectativas de voto de Podemos plantea un cierto terreno de recuperación para el PSOE”, pues los de Pedro Sánchez “cuentan con la ventaja de que no provocan tanto rechazo en electorados ajenos como el que suscitan el Partido Popular y Podemos”.

Analizamos el CIS como las tablas de Moisés: “No tomarás el nombre de Yahveh tu Dios en vano; porque no dará por inocente Yahveh al que tomare su nombre en vano”. Cuando son una coña marinera que lleva intentando meses convencer al votante de que votar a Podemos no sirve para nada. A principios de noviembre del año pasado relegaban a Podemos como tercera fuerza con un 10,8% de los votos. Y en diciembre, tres semanas antes de que corriéramos alegremente a votar, ya naufragaba el bolivarianismo cañí bajo el 9,1%. Los españoles, el 20-D, le otorgaron el 20,6. Yo no sé si debemos echar por incompetentes al CIS o a los votantes, pero uno de los dos se equivocó grandemente.

Los análisis de estos datos tan científicos que nos regala el CIS de ayer son bien diversos. Para el ABC, prueban “el desgaste que empieza a acumular Podemos como principal culpable de que no haya existido gobierno”. Y anuncian unos resultados “cuya lógica apunta a una alianza entre PP y Ciudadanos como base de un gobierno estable”. La Razón, por su parte, concluye que el previsible sorpasso al PSOE de la coalición P’s/IU “no solo representa un cambio histórico, sino que supondría un enorme riesgo para la estabilidad de una de las grandes economías de la Unión Europea”. No sé qué se les habrá perdido a los alemanes en nuestro CIS.

Desde hace ya muchos años, las encuestas de CIS se han convertido en política-porno: solo sirven para que sus consumidores gocen con el mando a distancia en una mano y sus fantasías sexuales en la otra. Pero, desde que existe Podemos, su nueva función parece limitarse a deprimir a Nicolás Maduro, después de todos los millardos que se ha gastado en sufragar el perroflautismo comunista coreano de esos devoradores de monjas que solo adoran el sujetador de Rita Maestre. Encantador, por cierto, el dictamen de la Fiscalía para confirmar la condena a la citada por sus protestas contra la existencia de una capilla en la Universidad Complutense: “Es obvio que las señoritas están en su derecho de alardear de ser putas, libres, bolleras o lo que quieran ser, pero esa conducta realizada en el altar, espacio sagrado para los católicos al encontrarse allí el Sagrario, lugar donde según sus creencias se encuentra su Dios, implica un ánimo evidente de ofender”.

Nuestro periodismo y nuestra justicia tradicionales viven entre la invención y la superstición, sin la menor concesión a la objetividad o la racionalidad. El CIS es como la capilla de la Complutense, así que a nadie extrañe que me multen por esta columna, ya que puede ofender muy altamente a los que creen ciegamente en el CIS. Que es donde habita su dios.

Eduardo Inda se queda solo 

Muy triste me quedé esta mañana al observar que ninguno de nuestros cuatro grandes periódicos de papiro se hace eco de la exclusiva del inefable Eduardo Inda en su no menos inefable OKDiario. Allí se nos convencía, con documentos y todo, de que Pablo Iglesias cobró 270.000 dólares de Maduro en un paraíso fiscal. Podemos ya estudia una demanda. Pero eso es lo menos sorprendente. Lo alucinante es que nadie haya querido (u osado) seguir bailando la cuerda al director y tertuliano. ¿Se habrá pasado unos pueblos? Una cosa es inventarse el CIS, y otra difundir pruebas manipuladas. Yo no sé si la información de Inda es veraz, así que no prejuzgo. Pero el silencio de todos los medios ante esta fabulosa revelación, superior incluso a cuando La Razón desveló que Manuela Carmena corta de los jardines flores protegidas, da que pensar. Y para eso estamos.