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martes, 1 de marzo de 2016

“RAPTO DE LA REALIDAD”

“RAPTO DE LA REALIDAD”

POR EDUARDO SANGUINETTI,
 FILÓSOFO
“Toda la vida de las sociedades donde rigen las condiciones modernas de producción se manifiesta como una inmensa acumulación de espectáculos. Todo lo que antes se vivía directamente, ahora se aleja en una representación”.
(Guy Debord)

Tomando las palabras del visionario filósofo Guy Debord, debemos admitir, los que aún no aceptamos el simulacro como forma de vida, que en este tiempo de cambios en el relacionamiento, donde lo falaz se ha asimilado a la deconstrucción de la cultura, los individuos se relacionan a través de las imágenes que se construyen en las monopólicas corporaciones económico mediáticas de los medios de comunicación y no de la experiencia viva, es la forma en que las comunidades consumen un menú de chatarra degradada y aceptan una construcción artificial y dirigida del sentido del mundo como si fuese nuestro medio natural.

El espectáculo, como está planteado hoy, cumple en este sistema degradado, una función equivalente a la que cumplía la religión en las civilizaciones de todos los tiempos o el arte en la formación del capitalismo. Su lógica consiste, como en el “porno”, hacer de la representación que muestra algo más real que la experiencia vivida, más real que nuestras propias necesidades, reduciendo al individuo a la condición de espectador en la política, la cultura, en el acontecer del mundo… en la producción y el consumo, en la aceptación del estado de cosas existente.

Las noticias de esta sociedad del espectáculo, adelantadas en la década del 60, por el movimiento de la Internacional Situacionista de Debord, no ha dejado de declarar que las noticias que conforman una desinformación desordenada al servicio de algunos intereses muy particulares, modifican la realidad y desdibujan el sentido de la vida de los seres humanos.

Noticias que construyen reputaciones inexistentes de recién llegados al nirvana del botox, en la aldea global, galardonados en wikipedia y destruyendo sin piedad trayectorias de hombres y mujeres notables.

Noticias que ejecutan sumariamente a quienes se atreven a disentir con el programa impuesto para los pueblos, esclavos del tercer milenio, con el capitalismo en su cenit.

Paradójicamente, hoy disponemos de más adelantos tecnológicos, han aumentado los niveles de riqueza pero nuestras vidas se han precarizado hasta el punto de amenazar derechos fundamentales, hoy inexistentes, por la presión ejercida por tendencias asimiladas por los pueblos, anestesiados y espectadores de una realidad maquillada.

Ante la prisa del momento que no admite esfumados ni críticas, la opción sería la construcción de culturas paralelas en los márgenes del sistema: crear una situación en acto pleno de enfrentamiento y “doble poder”… construir la “obra de arte total”, que habría de ser la transformación del sistema, la creación de situaciones que incluyan a los que caminamos al borde del camino.

El nuevo paradigma instalado por este sistema, donde los individuos, son espectadores pasivos del acontecer de su vida, el principal cambio que ha ocurrido en estos años fue “el rapto de la realidad.”… ¿les cabe alguna duda?

No hablo de abstracciones teóricas, sino de instancias bien concretas, nos basta asistir a la conformación de los últimos conflictos bélicos: la guerra como un espectáculo construida en las sombras por guionistas, a quienes no conocemos, pero sin duda, los hacedores de estas atrocidades corporacionistas de la venta de armas, narcotráfico, petróleo, directores de cine, expertos en comunicaciones, directores de medios y presidentes de democracias procedimentales. Enfrentado a esta “realidad fabulada”, el espectador utiliza como arma de ‘liberación’ el control remoto para hacer zapping y zambullirse en algún programa gourmet, de moda o ver las últimas noticias fraguadas en sets de canales de tv… no puedo dejar de admitir, que también Facebook y Twitter, hacen sentir al ciudadano desprevenido que forma parte de la historia del mundo… cuando solo es un actor de reparto.

Al igual que existen noticias ripiosas fabuladas, estas devienen de comportamientos ripiosos de publicistas, políticos y empresarios, que garantizarán una mayor sonoridad con efectos especiales para un fantástico final de fiesta de la libertad en nombre de cualquiera y ningún sentido.

Y, como dijera hace un par de décadas en un Congreso de Arte y Comunicación en el St. John’s College de la Universidad de Cambridge: “Todo es excusa para el coito, vanidad y correr tras el viento”, frase que se ha visto cristalizada en estos tiempos de cultura prostibularia.

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