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jueves, 7 de enero de 2016

“POS-NEOS Y CONTRAS

“POS-NEOS Y CONTRAS

POR EDUARDO SANGUINETTI,
 FILÓSOFO

El poder de las macrocorporaciones mediáticas, que dibujan la realidad, se acrecienta en Argentina, en detrimento de una democracia jaqueada, una libertad de expresión casi inexistente, hoy… y los derechos colectivos alcanzados, en esa nación, en franca caída.

A un par de meses, de cumplirse 40 años del golpe genocida de 1976, el programa de máxima de las clases parasitarias dominantes, se abre camino, definiendo la ofensiva del gran capital financiero, sobre el trabajo, la naturaleza y la vida en libertad de una comunidad, hoy, en estado de sospecha, para los que no se asimilan al estado de las cosas. El resultado es la miserabilización de la mayoría de la sociedad, en ser y estar en una Argentina, para pocos.

Las revueltas del hambre, que afectan en particular a los miles de millones de parias, que permanecen al borde de la vida, son la resultante de una crisis alimentaria provocada por la especulación y por las políticas post-neoliberales que han destruido las agriculturas campesinas, en beneficio del agrobusiness y los cultivos de exportación.

La crisis energética multiforme, agotamiento previsible de las reservas de petróleo, relanzamiento de lo nuclear, calentamiento climático provocado por la utilización masiva de las energías fósiles…, es a la vez una traducción y un factor de agravación de los problemas económicos, de las guerras inventadas y de la inestabilidad política y social, del mundo en el que permanecemos.

Los modos de producción y de consumo, provocan una crisis ecológica multiforme, que no deja de afectar a ninguno de los sectores vitales para la humanidad.

Mi posición histórica, mi voluntad de ayudar a implementar una transformación de la sociedad, que sea llevada por la inmensa mayoría de hombres y mujeres, de las ciudades y del campo, no caen del cielo, a pesar de lo anunciado por mercenarios rentados de macrocorporaciones mediáticas, falsificando “el relato de la historia”, de las democracias fingidas-procedimentales, en las cuales, un electorado cautivo y amancebado, elige en tiempo y forma, a sus verdugos y su maquinaria política genocida.

El post-neoliberalismo, más que nunca en este siglo XXI, muestra por su brutalidad, su potencial destructivo con sus estratégicas alianzas con el narcotráfico, la prostitución y el asesinato, que aniquila generaciones con la basura que negocian a cualquier costo, creo esta es la guerra que ya comenzó y debemos librar.

La perspectiva post-socialista, es decir la esperanza de un mundo diferente al post-neoliberalismo, hay que reconstruirla. Pues no sale indemne de las experiencias del siglo XX. A través de las resistencias y las luchas, se trata de inventar el post-socialismo del siglo XXI. Es por ello que me parece completamente imperativo: desarrollar frente a los grandes problemas movimientos de masas unitarios, coordinados a escala planetaria: democráticos, anti-neoliberales, ecológicos, antirracistas, humanistas.

Movimientos que actúen como instrumentos, no como un fin en sí mismos. Una fuerza capaz de reflexionar para actuar. Frente a una vida política centralizada por el Estado, tenemos necesidad de un movimiento post-socialista, de una fuerza para la transformación de la sociedad, que combine actividades nacionales y declinaciones locales.

Movimientos que aparecen claramente rechazando la acción genocida del poder y encarnan un cambio de sociedad. Sindicalistas, militantes asociativos, altermundialistas, jóvenes comprometidos en la acción, antiguos militantes de diferentes trayectorias, militantes de la diversidad, personas que llegan nuevas a la política y personas que retoman su actividad, intelectuales comprometidos con su tiempo y espacio. Unidos alrededor de la necesidad de defender un plan de acción anti-neoliberal, integrando reivindicaciones sociales, democráticas, ecologistas, antirracistas y solidarias.

Para implementarlo, propongo ciertos ejes relevantes a considerar:

– Sistema democrático colegiado, donde cada funcionario elegido, imponga criterio, acorde a su capacidad e idoneidad, comprobable.

– Espacio para el conocimiento, hoy devaluado.

– Reducir de inmediato los gigantismos urbanos, en antípodas al cuidado del medio ambiente.

– Sustituir la política de grandes suburbios por pequeños poblados.

– Reemplazar los atroces proyectos de grandes complejos “habitacionales” (en las que lucran los especuladores de siempre), por una economía de viviendas individuales.

– Dar aliento a las pequeñas unidades de explotación de la tierra.

– Desarrollar las industrias no proletarias, multiplicando los artesanos y el pequeño comercio.

– Erradicar los mercados financieros y trasmutarlo por mercado de valores éticos y estéticos.

– Orientar a que cada individuo tenga plena conciencia de sí y su entorno, que “cuide de si mismo”, en dignidad y sabiduría, con una rutina de ocio y nutrición. Salud y educación en nuevas instancias de aprendizaje y educación.

– Descentralizar los lugares de vivienda, de producción y de gestión.

– Corregir los efectos de la especialización y de la distribución del trabajo.

– Reconstruir orgánicamente la sociedad a partir de las comunidades naturales, las familias y los vecindarios.

– Inclusión de los desclasados y la diversidad, en sanidad y respeto de la libertad de expresión, sin idealizar cambios en el ser del ‘otro’.

– Erradicación de macro-emprendimientos, con ganancias para pocos, en todas las áreas.

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