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jueves, 17 de septiembre de 2015

EN UNA ESQUINA

EN UNA ESQUINA

DUNIA SÁNCHEZ

En una esquina, apoyada, con la mirada fija a cada huella dejada por almas que van a su ritmo. En una esquina, arrinconada, con el aliento de sus sensaciones que le decían espera, espera…No se cansaba. Día y noche. Noche y día. Las luces del alma ahora incidían en su cuerpo desnutrido, sediento de tanto y tanto aguardar. Pasará por aquí, se preguntaba constantemente. Sí, se preguntaba en su danza con la brisa, con esa esquina apoyada rememorando que ahí la conoció. Una cierta humareda de vez en cuando la atravesaba, una humareda fragancia de ella. En una esquina. Esquina que va desapareciendo a medida que las estaciones se van. Roída por la incertidumbre busca un haz hechizante que la anime, que la transporte sobre cuerdas seguras hacia ella. Pero no. Una esquina. Una esquina que ya no está por su mente pasan fotogramas de lo que puede ser…se vuelve melancólica, tirada por una ilusión mediocre. Quiere crecer, creer…pero la ausencia la arrima a vastos barrancos donde deriva su vida. Caballos blancos pastan y ella va detrás de ellos. Huyen. Sí, la huída de lo imposible, la huída de un amor evaporado nacido en sueños. Una canción…Sí, escucha no muy lejos una melodía a piano. Se aproxima lenta, caída. Una melodía que le retuerce el vientre hasta exhortar un grito de desdicha. Se siente oprimida. La pena que lleva encima la hace tambalearse. Llega al lugar. Un piano de cola. Y suena y suena. Pero no hay nadie, sus teclas se mueven al son de un pesado viento que no arrecia. Ella se sienta. Quiere intentar detener esa agonía, tomar otro rumbo a su tonada. Alguien detrás. Le pregunta por qué lo hace. Por qué acabar con esa melodía que aunque sombría es la lucidez de los corazones, de tu corazón…Le roza el hombro. Se vira. Una luz impenetrable es reflejo de su vida. Un túnel le hace hueco y ella penetra a través de él. Un giro misterioso y maravilloso a caído bajo sus ojos. Paisajes donde el eco de las arboledas es un tic-tac de los años que le queda. Deprisa…deprisa, has de espabilar. No esperar más. Se da cuenta. En una esquina. Se va, cruza la calle y ahí está ella.

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