DESHACIENDO A
LEOPOLDO LÓPEZ
POR: JOE EMERSBERGER
El
artículo de ‘Foreign Policy’ de Roberto Lovato representa una grieta en el
enorme edificio de la propaganda.
El
Presidente de Venezuela Nicolás Maduro ha tratado de impedir que las víctimas
de las violentas protestas, que fueron dirigidas por el encarcelado líder de la
oposiciónLeopoldo López en el 2014, queden en el olvido - específicamente los
agentes de policía y partidarios del gobierno que fueron asesinados y que
representan aproximadamente la mitad de las muertes relacionadas con la
protesta- . Víctimas como Gisella Rubilar, madre de cuatro hijos, asesinadade
un disparo en la cabeza mientras limpiaba una barricada erigida en su barrio
por los manifestantes son invisibles para los medios internacionales –muy
raramente registrados como estadísticas y mucho menos como personas. López, por
su parte, ha sido constantemente retratado como un héroe a favor de la
democracia y como una víctima.
Por
eso me sorprendió que Foreign Policy haya publicado tan larga y devastadora
exposición de Roberto Lovato sobre Leopoldo López. Cuando Desmond Tutu, una
persona decente que no es de extrema derecha, compara a Leopoldo López con
Martin Luther King, te dice lo cómicamente unilateral y deshonesta que ha
sidola presentación de López por parte de los medios internacionales. Un
reciente y mucho más típico escrito de “Foreign Policy” sobre López se publicó
con el título de "Última Esperanza de Venezuela". El título resume
perfectamente el artículo pero también muestra la forma en que la prensa
internacional ha representado a la oposición venezolana desde al menos el 2001.
En
el Reino Unido, el periódico ‘The Guardian’, tan liberal como una corporación
puede llegar a serlo, tuvo una cobertura sobre Venezuela con un 85% de
hostilidad al gobierno entre los años 2006 al 2012. La publicación del artículo
de Lovato es una pequeña grieta en un edificio de propaganda que se ha
construido durante muchos años. Algunas de las reacciones de la oposición
venezolana al artículo de Lovato muestran cuán completamente han llegado a
considerar a los medios de comunicación internacionales como su territorio. Las
reacciones también han puesto de manifiesto las divisiones dentro de la
oposición que Lovato describe.
Lovato explicó que López y sus más cercanos aliados participaron en un golpe militar en el 2002 que derrocó por dos días a Hugo Chávez - presidente democráticamente electo de Venezuela y mentor de Nicolás Maduro-. Lovato describe cómo Leopoldo López encabezó la "detención" de un Ministro del Gobierno durante el golpe de Estado. Aquí hay un video de López dirigiendo el secuestro.
Y
este otro video muestra a López dando una relación detallada del mismo.
Y a los 19 segundos de otro vídeo, López está en la escena del secuestro diciendo a los periodistas que "el presidente Carmona ha sido actualizado sobre la situación".
"El
Presidente" Pedro Carmona fue dirigente de la Federación de lasCámaras de
Negociosy acababa de elegirse a sí mismo como dictador de Venezuela.
Antes
de que Chávez fuera devuelto al Palacio de Miraflores, el infame Decreto
Carmona anuló ilegalmente la Constitución de Venezuela que había sido
ratificada en un referéndum en 1999. El decreto fue firmado por la política de
extrema derecha María Corina Machado, por el padre de Leopoldo López, y por
otros aliados cercanos a López mencionados por Lovato en su artículo. Los
firmantes del Decreto Carmona han afirmado que se limitaron a poner sus nombres
en una hoja de asistencia - una hoja de asistencia para un mitin de celebración
con el dictador. Este video expone la aseveración de la "hoja de
asistencia" como una mentira.
Casi
al minuto 19:30, justo después de que el decreto se lee en voz alta, a los
asistentes, que lo habían estado vitoreando desenfrenadamente después decada
artículo, se les pide que lo firmen. Casi al minuto 20:40 del video, Carmona
nomina a Leopoldo Martínez, un aliado político de Leopoldo López en ese
momento, como su ministro de Finanzas. Martínez aparece a continuación diciendo
que él tiene la intención de mantener un perfil bajo como uno de los ministros
del dictador. Más o menos al minuto 24:00 se puede ver brevemente a López en un
programa de televisión, asintiendo con la cabeza y aprobando justo después de
que los medios de comunicación privados son alabados por su contribución al
golpe de Estado.
Los
abogados de Leopoldo López descaradamente mintieron cuando, como Lovato ha
mencionado, dicen que "López no era partidario del golpe de Estado".
López era partidario y participante como Lovato lo dice muy claramente. La
prensa internacional esconde habitualmente este hecho a su público fuera de
Venezuela. De esa manera se sale con la suya desvirtuando el caso del gobierno
contra López por conspiración criminal en relación con las protestas violentas
en el 2014. Los medios de comunicación también se salen con la suya al
simplemente regurgitar lo que abogados deshonestos dicen sobre el caso de
López. Dentro de Venezuela, sin embargo, ocultar la verdad no es posible. Tener
gente prominente como Leopoldo López dentro de la oposición es un grave
problema para ellos.
Por
ejemplo, Juan Nagel, un bloguero de oposición, tuvo algunos elogios para el
artículo de Lovato. Al responder a una avalancha de críticas en la sección de
comentarios, Nagel explicó que la terca insistencia en ignorar el golpe de
Estado y el papel de López es que "nos ha hecho un montón de daño".
Pero Nagel se contradice a sí mismo acusando también a Lovato de tener una
"fijación cryptochavista” en el golpe de estado - como si el derrocamiento
violento del gobierno hubiera sido tan solo una trivialidad.
El
colega bloguero de Nagel, Francisco Toro, simplemente desestimó la pieza de
Lovato como un "repugnante ataque llevado a cabo por un intelectual
hostil" y "una vil mierda en una publicación que debería saberlo
mucho mejor".
Específicamente
sobre una entrada de su blog donde aboga por "Ganar Feo" –que en
realidad no es perpetrar un golpe de Estado, sino estar dispuesto a sacar
provecho de uno cuando suceda.
Tratando
de encubrir a Leopoldo López, todo el sistema Occidental - Gobierno de Estados
Unidos, medios corporativos internacionales, industria de los derechos humanos,
entre otros –no hacen otra cosa que encubrirse ellos mismo.
Human
Rights Watch y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos respondieron
abismalmente al golpe de Estado del 2002. Ninguno de los dos grupos pidió a
Carmona renunciar y que Chávez sea reinstalado. Ninguno de los grupos pidió a
otros gobiernos negar el reconocimiento a la dictadura de Carmona. Los editores
del New York Times aplaudieron abiertamente el golpe de Estado. La Oficina del
Inspector General del Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que la
administración Bush había "proporcionado capacitación, fortalecimiento
institucional, y otro tipo de apoyo a individuos y organizaciones que se
entendía participaron activamente".
Leopoldo
López no pasó ningún tiempo en la cárcel por su papel en el golpe gracias a una
amplia amnistía concedida por Hugo Chávez a los autores del golpe. Con el
beneficio de los años y mirando en retrospectiva, ese parece haber sido un
error, un error que Nicolás Maduro parece muy decidido a no repetir.
Tan
bienvenido como es el artículo de Lovato, hay que ser realistas acerca de su
impacto a corto plazo. La propaganda trabaja principalmente a través de la
repetición. Una grieta ocasional en un enorme edificio de propaganda se puede
reparar de forma rápida o incluso ignorarla. No debería sorprendernos que
‘Foreign Policy’ encuentre una excusa para retirar el artículo de Lovato o, más
probablemente, regresar con venganza a la clase de propaganda que mantiene a
López y al gobierno de los EEUU felices. Dicho esto, el trabajo persistente de
Lovato debería animar a otros. Nunca se sabe cuándo las grietas en un edificio
se propagarán y traerán toda la podrida estructura abajo.
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