SEGURIDAD
TOTAL
L. Soriano
La
seguridad Turística, Jurídica, Personal
y Social, es imposible
garantizarla. La seguridad terrorista en
general se acabo cuando los que provocan las inseguridades no desean salir
vivos del atentado. Vivir es empezar a morir, comer mata y no comer mata más
rápido. Sin embargo hay factores que se pueden mejorar para estar menos
expuestos en Seguridad e incluso en accidentes. De entrada, cuando uno viaja
por negocios, por turismo, por deporte o por necesidades de cualquier tipo, debe
de analizar a que parte del mundo viaja. Y nuestras autoridades lejos de
advertirnos de los peligros reales, por motivos diplomáticos u otros menos
confesables, moderan u omiten los avisos más allá de los evidentes. Nos avisan
de necesidad de vacunas y de alguna incidencia puntual o permanente, en alguna
zona o área. Pero lo que nos omiten por
motivos espurios, es la gran realidad.
De los 194 países que existen
actualmente en el mundo, según The Economist, solo 28 presentan una democracia
plena. Otros 50 presentan graves imperfecciones
y el resto, o sea más del doble, ya ni se acercan. Cierto y verdad que
la clasificación se hace con arreglo a algunos criterios algo manoseados por
los “peligrosísimos buenistas” de siempre, por “pacifistas mortales” o los
“ecologistas catastróficos”. Confunden ejercer la democracia con practicarla al
defenderla ante desquiciados odiadores que encuentran en esa falta de cohesión
de los demócratas una autopista para infiltrase en nuestras vidas. Además de
contar con apoyos ciegos e interesados dentro de nuestros países por grupos
“Progresistas” y de Izquierdas, que además afean al resto el exceso de
prevención , cuidado o protección confundiéndola con restricción de libertades
que ellos selectivamente exigen. Los países nórdicos han sido los más afectados
por estas políticas dizque democráticas que hacen irrespirable la convivencia
con culturas no integrables y que su objetivo es eliminar al conjunto del que
son huéspedes. Francia e Inglaterra,
Alemania e Italia, y como no en España, a la que han galardonado en el pecho de
Cataluña como la ciudad más peligrosa en Islamismo radical. Pero por falta de
vigilancia y por colaboración de plataformas oficiales con los extremistas por
acción directa u omisión de alerta y por interés electoral. Sin
embargo, la idea que necesito hoy transmitirles es la siguiente. Al seleccionar
un país donde hacer negocios, turismo, practicar deporte, recorrer, vivir o
trabajar, no conviene perder de vista varios aspectos importantes o más bien
decisivos en la elección del mismo.
En esos 150 países poco o nada democráticos, algunas dictaduras,
otros teocráticos, y varios más con democracias muy imperfectas, la seguridad
física, jurídica, sanitaria o vital es
escasa o nula. En algunos no hay delitos sino “pecados”, en estos y otros, las
mujeres no valen nada en el escalado social ni humano, y en el resto, la
policía, el ejército o cualquier cacique o jefe puede disponer de la vida y
libertad de cualquiera en completa impunidad. Mientras no haya un problema, o
no se cree, puede parecer que son países normales, pero basta un pequeño
incidente, accidente o desvío a juicio de los residentes, para que todo acabe
en drama y muchas veces en tragedia. La
televisión, el cine y Wilkipedia o National Geografic, nos pueden transportar a
lugares remotos o exóticos desde el salón de nuestra casa. Y paisajes, playas, montes o lugares de ocio
excitantes, los hay a miles en los países salvaguardados por un mínimo de
SEGURIDAD en todos los aspectos. Empeñarnos
en ir a donde nos apetezca, creyendo que tendremos las mismas prerrogativas que
en casa y que nuestras Embajadas o Consulados serán rápidos, eficientes y
velaran por nosotros es un quimera que les ratifico, yo que tomo aun hoy , más
de 100 aviones al año y llevo así 30 años.
Los intereses interpaises priman
más que la seguridad de un grupo de turistas arriesgados o deportistas a los
que no le valen los destinos consolidados en seguridad. A veces ni se alza una protesta suave.
Lamentablemente, tenemos que sufrirlo, padecerlo y sentirlo bien dentro, para
que nos demos cuenta de que no todo lo exótico y culturalmente distinto y
distante es bueno y bonito. Es
una pena, pero esa es la palmaria realidad.
A reflexionar.
Reflexiones
L. Soriano
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