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viernes, 8 de mayo de 2015

QUE VIVA LA SINCERIDAD

QUE VIVA LA SINCERIDAD

Por Gerardo Tecé
Gerardo Tecé Hay un dicho popular que asegura que los borrachos y los niños siempre dicen la verdad, siempre son sinceros. A la lista formada por borrachos y niños le faltan los políticos retirados. Estaba la otra mañana Antonio Hernández Mancha, el que fuera presidente de Alianza Popular, justificando en la Cadena SER, con tono […]


Hay un dicho popular que asegura que los borrachos y los niños siempre dicen la verdad, siempre son sinceros. A la lista formada por borrachos y niños le faltan los políticos retirados. Estaba la otra mañana Antonio Hernández Mancha, el que fuera presidente de Alianza Popular, justificando en la Cadena SER, con tono de político retirado, las informaciones de eldiario.es sobre la caja B del PP, existente desde el origen mismo del partido. ¿A mí que me cuentas?, le venía a decir a la entrevistadora. En mi época no existían los bolis para apuntar gastos. Eran otros tiempos, chica. En aquella época nadie se escandalizaba porque no anotáramos los gastos; bastante teníamos con andar intentando digerir y dirigir el invento ese de la democracia. Sólo faltaría, en pleno luto por el caudillo tener que preocuparnos también por comprar libretitas para apuntar lo sacado de la caja. Éramos héroes, pero no tanto, chica.

Contaba una anécdota en la entrevista Hernández Mancha. Decía que cuando presidía el partido en Andalucía, a veces tenía que llamar al entonces presidente del partido a nivel nacional, Manuel Fraga, para decirle que estaban sin dinero para tal sede o que la caja de la que se sacaba sin ton, ni son, sin corte y sin anotar se había quedado vacía y hacían falta cuartos para la campaña electoral. La respuesta de Fraga ante esas llamadas de teléfono era: “compañero, tú ve firmando que ya vendrá detrás la intendencia”. La intendencia.

Lo más interesante de las declaraciones de la otra mañana de Hernández Mancha es que no eran una confesión de culpabilidad, sino una justificación con bronca incorporada a los quejicas ciudadanos. Así se funcionaba, venía a decirnos el ex político reaparecido de la nada para ponernos firmes a los que seguro que no hicimos la mili y hoy nos quejamos sin motivo por cuatro gastos que los padres de la España de hoy no apuntaron en la libreta.

Al tiempo que, el en su tiempo líder de Alianza Popular, se despachaba en la radio de PRISA, en los kioskos el compañero de papel de La SER adjetivaba en portada a dos columnas un programa electoral. Lo nunca visto. El País calificaba de “vago” el programa electoral de Podemos. Mientras un lector en algún punto de España se rascaba la cabeza tras pagar uno cuarenta, pensativo, preguntándose o quizá sabiendo por qué esa noticia tan poco habitual abría hoy su diario, Hernández Mancha regalaba, desde su posición de niño o borracho en la radio, un final de entrevista con una explicación sincera de lo que pasa en los despachos llenos de gente adulta, sobria y en funciones y que acaba en el kiosko: “la estabilidad de esta casa (PRISA) depende de que siga gobernando después de noviembre Mariano Rajoy Brey”. Que viva la sinceridad. Que viva Hernández Mancha.

http://www.lamarea.com/2015/05/07/que-viva-la-sinceridad/

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