Y MIRAS...
DUNIA SÁNCHEZ
Y
miras desde el ceniciento rostro del firmamento. Disimulas tu pequeña tristeza
con veleros de papel que van más allá de
la mar revuelta. No quieres que te vean. Así, con esos fantasmas del ayer que
te envuelven en murallones negros. Te alejas. Sí, te vas errabunda por puentes
colgantes sobre precipicios de agujas candentes. No te decides si ahogarlo todo
bajo tus pies o se espalda de fardos en la línea de tu vida. Te agotas y las
lágrimas vienen con un mismo color a ras de tus mejillas. Por qué, te
preguntas. Por qué tanta desdicha pesa sobre tus sienes. Aquel ayer…Vuelve y
vuelve. Con sus puñales de calaveras engarrotando cada pasa, cada huella que
dejas. Profundamente meditas. Respiras hondo. Inspirar y espirar. Y te concentras
en el mañana. Sí un mañana donde la mano verdadera será tendida a ras de tus
párpados cansados. Ahora, has de seguir. Con tu dolor, con esa molesta amenaza
que te distrae. Llamas a los cipreses, a esos cuervos para que aniden sobre tu
cuerpo. Pero no…todavía no es tu hora. Quizás en el curso de las estaciones
bajo un piano azul volverás a sonreír. De alguna manera tendrás que revivir,
reverdecer la esencia que existe en ti. Olvidar y olvidar la hoz brutal de
antaño. Tal vez un beso. Un beso del mañana, del mañana…
No hay comentarios:
Publicar un comentario