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martes, 14 de abril de 2015

RAJOY Y LOS SERES HUMANOS NORMALES

RAJOY Y LOS SERES HUMANOS NORMALES

POR RAFAEL CALERO PALMA
Ha dicho el presidente del gobierno de España y líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, en la clausura de la convención de la presentación del programa electoral del PP, que a él y a su partido acabarán votándolo en las próximas elecciones todos los “seres humanos normales”

Ha dicho el presidente del gobierno de España y líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, en la clausura de la convención de la presentación del programa electoral del PP, que a él y a su partido acabarán votándolo en las próximas elecciones municipales, autonómicas y generales, todos los “seres humanos normales”. Cuando he leído el titular en la prensa esta mañana, me he invadido una ola medio de sorpresa, medio de miedo. Me explico. Dado que yo jamás he votado al PP, y no se me pasa ni remotamente por la cabecita votarlos, me he puesto a cavilar sobre mi “normalidad”. ¿No seré yo un ser humano normal”? ¿Tendré varios estómagos, como los animales rumiantes y no me he dado cuenta todavía?¿Tendré rabo y cuernos y la piel roja como un demonio infernal ¿Será tal vez que soy subnormal? ¿O más bien seré un anormal? ¿Qué quiere decir Rajoy cuando habla de “seres humanos normales”?

Como la duda me corroía he continuado con la lectura de la noticia para ver si sacaba algo en claro. Entre otras muchas tonterías, ha dicho Rajoy que “detrás de populistas y demagogos, (sic) hay personas honradas, que quieren a su país”, y los ha identificado, a esas personas honradas y que quieren a su país, a los “que trabajan y quieren que se acabe el paro” con los seres humanos normales, en un claro ejemplo del lenguaje metonímico que tanto le gusta al ínclito Rajoy. Y yo sigo sin aclararme: ¿soy o no soy normal? Porque, a ver, yo me considero, —¡qué coño, lo soy!— honrado (no robo, no estoy imputado en ningún caso de corrupción, no soy político, etc., etc.), trabajo de lunes a viernes y, a veces, hasta algún que otro fin de semana, y quiero, como no podía de ser de otra manera, que se acabe el paro, aunque eso sí, no estoy, lo que se dice locamente enamorado del país. Y aún así, no votaré al Partido Popular, ergo, según las palabras del presidente del gobierno, no soy normal.

Continué leyendo el artículo por mor de salir de dudas. Entre otras lindezas, Rajoy ha soltado esta perla, que oiga usted, ni mandada a hacer de encargo: “No se puede frivolizar a la hora de gobernar, por eso las elecciones son tan importantes”. Y esta otra: “Se puede perder lo conseguido si volvemos a la frivolidad o la incompetencia o con aventuras equivocadas que no van a parte alguna”. ¡Ese es mi Rajoy!

Así que después de releer el artículo, llego a la conclusión de que, cuando Rajoy habla de “seres humanos normales”, en realidad está refiriéndose a los votantes del Partido Popular. Es decir, si votas al PP, eres un ser humano normal. Y es que para Rajoy, y para otros muchos miembros de su partido, como ya hemos tenido ocasión de escuchar más de una vez, todos los que no comulgamos con su política rancia y clasista, con sus medidas impopulares, de recortes y de privatizaciones a mansalva, no somos “españoles de bien”, o simplemente somos “seres humanos” poco normales.

Pues querido Rajoy, siento decirle que me encanta pertenecer al grupo de los seres humanos que, según usted, no somos normales. Si no ser normal es estar en contra de la ley mordaza; estar a favor del derecho de la mujer a decidir si aborta o no aborta; estar a favor de la escuela pública, gratuita, laica y democrática; estar a favor de la sanidad pública y de calidad; estar en contra de la manipulación de RTVE; estar en contra de que se desahucie a las personas; estar en contra de la pobreza, y del hambre, del infantil y del de los adultos; estar en contra de 21% del IVA cultural; estar a favor de la circulación libre de seres humanos por el ancho mundo; estar a favor de la solidaridad y en contra de políticas neoliberales y asesinas que su partido ha venido poniendo en marcha de manera sistemática en los últimos años en el estado español y en muchas de las comunidades autónomas, pues sí, lo admito: No soy un ser humano normal. Y a mucha honra.

Y que le quede claro a Rajoy que la inmensa mayoría de los españoles, según su criterio, no somos seres humanos normales.

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