SOCIALDEMOCRACIA NEOLIBERAL
POR EDUARDO SANGUINETTI
El nuevo primer ministro griego,
Alex Tsipras, no esperó un segundo en comenzar a operar en implementar un
programa de fuertes cambios respecto de la orientación histórica de los
gobiernos anteriores, del PASOK y Nueva Democracia…un programa de trabajo “por
y para el pueblo de Grecia”, afirma Tsipras.
Sin embargo, el
ministro griego de Finanzas, Yanis Varufakis, asegura que su Gobierno no
actuará unilateralmente, sino que colaborará con sus socios, tratando de calmar
a los inversores. Todo acontece ante la mirada atenta de los países del norte
de Europa, demasiado atentos a lo porvenir en Grecia, cual buitres.
En España se
está gestando un movimiento que da esperanzas al pueblo de la península; ojala
sea cristalizado en las urnas con la elección de dicho movimiento, conformado
en inicio por los Indignados. Veremos qué ocurre.
Francia sigue
aún en la dicotomía entre los neo-pétainistas con su islamofobia y los
islamofascistas, ambos síntomas de la crisis de la democracia liberal.
Houllebecq puede tener razón caricaturizando la condición actual de Francia,
pero se equivoca en su visión del futuro, pues el próximo presidente no será un
musulmán, sino un fascista. La concreta amenaza para el viejo continente sigue siendo
la extrema derecha.
Oriente Próximo
va a la deriva. En el horizonte, ante el estupor e impotencia de sus gentes,
solo se ven más guerras, armadas desde el imperio…por supuesto todo es
comprobable, pero las macrocorporaciones económico mediáticas no lo
permiten…todos somos víctimas del satus quo…no duden, dudando.
Mientras tanto
en Argentina, los candidatos se “auto eligen” en base a encuestas interesadas,
previo bombardeo mediático. Los partidos de masa, la formación de cuadros o la
generación de posiciones político-filosóficas languidecen peligrosamente y la
democracia se vacía de contenido.
Y en
Suramérica, ya no son creíbles partidos que se llaman socialistas y que
responden a los engranajes más profundos del neoliberalismo actual, tal el caso
de Uruguay, Chile, Argentina, Brasil, etc…
Los denominados
partidos socialdemócratas son responsables de colaborar en la creación de un
mundo del espectáculo de la farsa, pues no se fraternizan anteponiendo la
solidaridad en la realidad y en la creación de Estados capaces de regular la
economía y amparar a los ciudadanos, sino que parecen imposibilitados para
renovarse a sí mismos. No pueden ni quieren salirse del mar neoliberal en el
que flotan perdidos, sumisos y cada vez menos útiles. Los cambios generacionales
no suponen aquí un cambio de políticas. Sólo maquillaje…
Los grandes
hombres y mujeres que han aportado talento, genio y coraje a este planeta, hoy
un tanto vacío de creatividad, sólo “cover de cover”, no tenían tiempo de
publicitarse, además no eran entrevistados por los grandes medios, pues el
sistema los consideraba peligrosos; se ha perdido mucho de sus primeras
acciones. Hoy mononeuronales, primero publicitan y luego —apoyados por los
contactos de todo tipo— intentan decir algo y, en fin ¿qué ha quedado como
sedimento de estos últimos años?, además de mentiras, simulación, corrupción,
genocidios velados, trayectorias inventadas y prostitutas al servicio del caos…
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