El PSOE y su problema con el electorado
crítico
Y el PSOE volvió a hacerlo. Cuando
aseguraban haber entendido que su gente no toleraba ciertas conductas, como la
sumisión a Ángela Market en forma de
reforma express de la Constitución; cuando la nueva dirección repetía una y
otra vez que habían quedado en el pasado ya las bromas de mal gusto como
aquella de abaratar el despido con el objetivo de crear empleo, van y se dejan
caer de cabeza de nuevo contra la misma piedra: la de ignorar la capacidad
crítica de su electorado. Esta vez la piedra se llamaba pacto antiterrorista.
“Firmar pactos antiterroristas le da a uno solera de hombre de Estado, cosa que
no tiene el de la coleta”, le dijo alguno de sus asesores a Pedro Sánchez. Y
Pedro, deseoso de llevarle la contraria a las predicciones que lo sitúan lejos
de dirigir ningún Estado, fue, se fotografió y firmó la pantomima que le
permitía a Rajoy hablar un rato de algo, sin miedo a que le preguntasen por los
escándalos de corrupción de su partido o la economía de las familias.
El pacto antiterrorista que nos regalan PP y PSOE viene con un lacito
trasparente: la cadena perpetua. En neolengua, prisión permanente revisable. El
lazo es transparente porque el pacto no cita la cadena perpetua pero la incluye
de facto al remitirse a un artículo que contempla la pena máxima aplicable en
cada momento, que en este caso será la cadena perpetua. El PSOE, siguiendo la
estrategia Kafka que tan malos resultados les ha dado, aseguró recién firmada
la aceptación de la cadena perpetua, que se oponía frontalmente a ella y que la
derogaría en cuanto llegara al gobierno.
No parece que tenga
fácil el PSOE eso de llegar al gobierno para derogar lo firmado, según el
último CIS. El titular es que baja a la tercera posición en intención de voto
por detrás de PP y Podemos. Rascando en la encuesta hay preguntas que explican
en profundidad lo que el titular cuenta. Un 5’1% de los encuestados creen que
la labor de oposición del PSOE está siendo buena o muy buena, frente a un 91’3%
que no está precisamente de acuerdo con eso. Según el 14’4% de los preguntados,
el nuevo líder del PSOE, Pedro Sánchez, les genera bastante o mucha confianza,
frente a un 77’9% que desconfían de él sin haber llegado a gobernar, en
proporción parecida a la del quemadísimo Rajoy en el Gobierno. Estos dos datos
explican que el PSOE se aleje de tener opciones de gobernar a pesar de ser el
partido de España con el que más encuestados, un 16’6%, dicen sentirse
identificados ideológicamente. ¿Si el PSOE es el partido con el que más gente
se identifica ideológicamente, por qué no piensan votarlo? De los datos se
deduce que la explicación puede ser la misma por la cual dejas de comprar en la
tienda de al lado de casa después de que te hayan timado varias veces, aunque
el tendero sea nuevo.
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