CAMBULLÓN CARNADA
POR RAFA LUTZARDO
La
palabra cambullón significa mucho para los hombres y mujeres de esta tierra.
También, para todos aquellos emigrantes que un día tuvieron que salir de las
Islas por la dictadura, el hambre y la persecución asesina del franquismo. Me
alegro mucho de que todo lo que sea cultura y arte generada a través de la
cantera de nuestra tierra triunfe fuera del Archipiélago canario, pero no a
costa del nombre de cambullón como carnada. Digo esto, porque parece ser que la
obra teatral, por llamarlo de alguna manera, cuyo director es Carlos Belda,
está haciendo un recorrido por una parte del mundo, donde el propio presidente
de Canarias, Paulino Rivero, y el presidente de la Fundación de CajaCanarias,
Alberto Delgado, se siente orgullosos en decir la importante contribución de
este tipo de alternativa a la “marca de Canarias”. Por otro lado, Alberto
Delgado, presidente de la Fundación CajaCanarias, señala que “si somos capaces
de llevar fuera lo mejor que tenemos será un beneficio económico para las
Islas”.
El
petróleo no era beneficioso para las Islas, pero sí este tipo de teatro cuyo
padrino es Coalición Canaria. ¿Cuánto ha costado económicamente este proyecto
de Carlos Belda al Gobierno de Canarias? Lo cierto es que los hombres y mujeres
que tuvieron que vivir del mundo del cambullón o de sus migajas, lo hicieron
por necesidad; por llenar los estómagos de sus familias con algo caliente, pero
no a través de la mezclas de estilos de un nuevo concepto rítmico basado en
percusiones, claqué, bailarines, percusión corporal, cantantes y músicos que
protagonizan el show. Sinceramente, no estoy de acuerdo con este tipo de obra,
especialmente cuando se utiliza el nombre de cambullón. Supongamos por un
momento que un restaurante ponga guachinche Teófilo, lo que luego viene siendo
una pizzería. Si hay alguien que pueda hablar y escribir sobre el mundo del
cambullón es Cirilo Leal, que junto con Óscar Bacallado, están considerados
como dos de los mejores dramaturgos de Canarias.
Cirilo
Leal es el padre del mundo del cambullón. Durante años, el excelente
dramaturgo, periodista y psicólogo ha hecho un trabajo de investigación sobre
la vida de las personas que vivieron de este evento social. Conoció a muchos
cambulloneros, especialmente cuando trabajaba con su padre en la famosa e
histórica marquesina en el muelle de Santa Cruz de Tenerife. No podemos
adulterar el pasado de algo que fue real como fue el trueque; la habilidad,
técnica, sufrimientos y sacrificios como fue el mundo del cambullón. No podemos
disfrazarlo ahora con sonidos, cánticos y saltos sobre un escenario. Canarias
puede vender otros productos dentro de la cultura y el arte, pero no a través
de papá padrino-Coalición Canaria, con algo que no se ajusta a la realidad con
el otro mundo del cambullón. Al Cambuyón de Carlos Belda, solo le falta estar
en la Feria Internacional de Turismo (Fitur).
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