ABC de la infamia
EDUARDO ROTHE
En
Venezuela, país sin censura previa donde –señala con sorna Eduardo Galeano- se
dice por prensa, radio y televisión que no hay libertad de expresión, los
medios nos tienen curados de espanto. En 2003 una primera página de El Mundo
titulaba: “15 agentes violan a una dama…” seguido de “15 agentes cubanos
violaron a una señora en el interior de una camioneta y le dijeron que lo
hacían porque ella se oponía a Chávez…” y remitía a una página interior donde,
por supuesto, no había nada…
A
pesar de eso, hasta el más curtido lector quedó espantado cuando el “director
de opinión” del diario ABC de Madrid, Jaime González, comienza su respuesta al
presidente de Venezuela diciendo: “La exclusiva de ABC en la que se apunta al
presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, como la mano
que mece la cuna del narcotráfico en el país bolivariano ha desatado los más
bajos instintos de Nicolás Maduro…” continúa con “colocarnos al frente de «una
campaña de la ultraderecha internacional y factores del imperio estadounidense»
nos llena de orgullo y supone un estímulo para seguir denunciando los excesos
del régimen” y cierra con “imagínese lo bestias y vulgares que pueden llegar a
ser quienes pervierten y degradan la democracia convirtiendo a su pueblo en
rehén de un sistema cada vez más totalitario”, y remata con “ABC se reitera
punto por punto en lo dicho y aguarda, impaciente, su próxima invectiva” y
“recuerdos al pajarito” en burlona referencia a un ave en la que Maduro, hombre
sencillo y religioso, dijo sentir la presencia de entonces recién desaparecido
Chávez, lo que, desde luego, es más inocuo que un Jefe de Estado que mata una
elefanta preñada.
No
gastaré caracteres en Jaime González, anodino como el mal, más allá de recordar
su afirmación de que “Quien vote a ‘Podemos’ estará votando a lo que representa
lo peor de la condición humana”, y concluir que la falta de respeto por los
millones de venezolanos que elegimos y apoyamos a Maduro no es nada comparado
con lo que vomita contra los millones de españoles que apoyan a un partido
perfectamente legal y favorito en las encuestas. Que Jaime González considere a
tantos de sus compatriotas como “lo peor de la condición humana” encaja bien
ahora que conmemoramos la liberación del campo de concentración de Auschwitz.
Durante
la Primera Guerra Mundial fue germanófilo, justificó la invasión de la Bélgica
neutral por el Kaiser
El
ABC, fundado en 1903 por Torcuato Luca de Tena, es un diario “de línea
conservadora, monárquica y católica” (Wikipedia) que, según el gran historiador
e hispanista francés, Jean Michel Desvois, en la primera mitad del siglo pasado
“era el diario de la oligarquía, es decir, de la aristocracia, de la gran
burguesía, de la Iglesia y, seguramente, de buena parte de la pequeña burguesía
reaccionaria de provincias que se sentía solidaria de la clase dominante».
Durante la Primera Guerra Mundial fue germanófilo, justificó la invasión de la
Bélgica neutral por el Kaiser, y aunque Portugal combatía contra Alemania, el ABC
apoyó siempre al dictador Salazar, como al dictador Miguel Primo de Rivera, lo que le valió a Don
Torcuato el Marquesado de Luca de Tena en 1929, año en que aparece el ABC de
Sevilla.
Rabiosamente
enemigo de socialistas, anarquistas y sindicalistas, el ABC siempre fue enemigo
jurado del proletariado y el campesinado español. Favorable a la conspiración
que termina en el golpe de Estado de Franco el 18 de julio 1936, y viendo el
triunfo popular en el Cuartel de la Montaña, el 20 de julio los redactores abandonan
el periódico y se refugian en embajadas o se esconden. Justo a tiempo: los republicanos capturan y
fusilan al subdirector, Alfonso Rodríguez Santamaría. El jefe de redacción,
Luis de Galinsoga, logra escapar y asume la dirección del ABC Sevilla, a las
órdenes del genocida Queipo del Llano, mientras el ABC de Madrid sale bajo la
gestión de Unión Republicana. Al
terminar la guerra, Galinsoga pasa a dirigir el diario Vanguardia Española de
Barcelona, hasta 1960 cuando Franco tiene que destituirlo por proclamar: “Todos
los catalanes son una mierda”.
En
la segunda mitad del siglo 20, el ABC mantiene una posición ¡a la derecha de
Franco! Pero siempre apoyando la represión en España y al imperialismo en todos
los conflictos internacionales. En la democracia resurgió el diario bajo la
dirección de Luis María Anson.
El
nuevo milenio lo encuentra, como a toda la gran prensa, agobiado de deudas. El
Banco Santander se vuelve accionista, y a través de él las transnacionales de
la información dominan al ABC, que entra al libre mercado de la calumnia y
consigue ser peor de lo que siempre fue. En lo que respecta a Latinoamérica, el
ABC es hoy un instrumento de los laboratorios de operaciones de guerra
psicológica de Miami (la CIA). Esto en
gran parte obra de Luis María Anson, que integró ABC a la red de Televisa
Mexico, y que en 1997 abandonó la dirección del ABC después de 14 años para ser
presidente de Televisa España, y vicepresidente del grupo Internacional
Televisa.
Hoy
el ABC está dirigido por Bieito Rubido Ramonde, del clan de caciques gallegos
Rubido Ramonde, de Cedeira, ciudad que su hermano Leopoldo gobernó durante 32
años y donde hizo levantar un monolito a la memoria de Franco, después de
muerto. Bieito es famoso por haber reemplazado “La verdad os hará libres” con
su frase: “El beneficio nos hace libres”, que es la mejor definición de la
línea editorial del ABC.
Con
todo lo anterior, nada de extraño tiene que los artículos que ofrece el ABC
tengan una intencionalidad canalla que va más allá del periodismo, y que sea un
embuste la afirmación de Guillermo Luca de Tena, accionista y editor, con
motivo del 75 aniversario de ABC (1980): “consagramos todo nuestro esfuerzo a
una ardiente y sincera voluntad de concordia»; muy al contrario, el texto del
felón Jaime González es sólo la punta del iceberg de fascismo, racismo,
inhumanidad y soberbia del capitalismo neoliberal que arruina al mundo.
El
ABC ya no es conservador, monárquico y católico, sino mucho peor, de la calaña
de Aznar y sus guerras, del servicio dócil a los gringos de Miami, a esos los
que desnudaron y registraron a la hoy Reina Leticia. Y para los venezolanos,
tanta abominación, tanta ignominia del ABC puede resumirse en la presencia de
Ludmila Vinogradoff como su “corresponsal en Caracas”.
Los
sudacas decimos “No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”. Los
europeos, cansados de guerras de los 100 años, inquisiciones, nazismos y
neonazismos, son menos optimistas. De hecho, ABC con sus 111 años parece una
excepción que confirma la regla. Pero vientos nuevos recorren a la Europa
agobiada, y parece que en España, finalmente y de verdad “comienza a amanecer”.
No puedo predecir el futuro de las demandas legales contra ABC, ni todo lo que
cambiará con el inevitable triunfo de ‘Podemos’, ni lo lejos o cerca que está
una República Española Socialista. Pero gracias a la vileza del enemigo y a las
redes sociales, cada vez más gente sabe y sabrá, que ABC es al periodismo lo
que la pedofilia al catolicismo, y podemos, podemos, podemos dejarlo atrás como
un mal sueño.
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