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sábado, 31 de enero de 2015

SI NUESTRA CASA REAL APOYARA A ISIS

SI NUESTRA CASA REAL APOYARA A ISIS



MADRID// Resulta difícil imaginar al rey Juan Carlos o al rey Felipe VI visitando en Racca a Abu Bakr al Baghdadi, líder supremo del Estado Islámico, en un acto oficial con empresarios para impulsar los negocios de las empresas españolas. Sin embargo, nos resulta familiar rememorar las visitas que la Casa Real ha realizado a Arabia Saudí para hacer negocios y pasear al lado del recientemente fallecido Abdalá Bin Abdelaziz. Cuestión que resulta paradójica si comparamos el trato a los derechos humanos que da el ISIS en su territorio y el que el rey fallecido amigo de nuestra monarquía ha venido desarrollando durante esos prolíficos años de amistad. El rey Felipe VI acudió a Riad a presentar las condolencias por el fallecimiento del sátrapa saudí sin tener en consideración la sistemática violación de los derechos humanos que día a día se cometen en el país árabe.
Recientemente, Arabia Saudí ha sido noticia por el castigo al bloguero Raif Badawi, quien ha sido condenado a recibir 1.000 latigazos por insultar al Islam en aplicación de una nueva ley que considera terrorismo los delitos de opinión. Además, trascendió la ejecución pública, mediante decapitación, de una mujer birmana acusada de haber matado a una niña a la que cuidaba, un vídeo de extrema dureza. Estas condenas en el régimen amigo de la Casa Real española no son muy diferentes a las que se producen en el Estado Islámico por parte de ISIS, donde se lanza a homosexuales desde una torre o se cortan brazos y manos por haber robado. Lo cierto es que la justicia en Arabia Saudí no difiere mucho de la justicia que aplican los terroristas de ISIS.
La página web Middle East hizo una comparativa entre las penas que se aplicaban en Arabia Saudí y las que hace el ISIS. Las similitudes entre ambos son muy llamativas las penas por robar tanto en el Estados Islámico como Arabia Saudí incluyen cortar las manos y los pies. El adulterio está castigado con lapidación o latigazos, según la gravedad del “delito”; la homosexualidad o la blasfemia están penadas con la muerte tanto por ISIS como por el reino saudí.
La relación que mantiene España con la dictadura árabe es muy fructífera y cercana, como reconoce el gobierno en la ficha del país en la web del ministerio de Asuntos Exteriores: “Las relaciones con España se han caracterizado tradicionalmente por ser cordiales, marcadas por una tradicional simpatía y amistad entre ambos pueblos y entre las dos casas reales. S. M. el Rey es el principal activo de las relaciones de España con este país. Prueba de ello fue el trato preferente dado a nuestro monarca durante sus últimas visitas oficiales a éste en 2006 y 2008. A lo anterior, hay que añadir la simpatía e interés que los saudíes muestran por el pasado árabe de España, muy presente en el imaginario colectivo y recordado en forma de nombres alusivos a dicho pasado en numerosas calles, edificios y establecimientos de todo tipo en este país. El apoyo de Arabia Saudí a España durante la celebración de la Copa del Mundo mostró también la buena percepción que se tiene de nuestro país en esta sociedad”.

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