SER LIBRE DE
LOS MUROS QUE NOS RODEAN
POR ROBERTO
SAVIO
Sobre muros
muy antiguos, han surgido muros más modernos, construidos sobre los viejos.
En el 9 de
Noviembre, de hace 25 anos, caía el muro de Berlín. Cambiaba el curso de la
historia. Algunos, como Fukuyama, llegaron a escribir que la historia se había
terminado. El mundo iba a ser unificado por el capitalismo y se terminaban las
guerras mundiales. Nace por primera vez en los medios el termino globalización.
Hay que pasar de las ideologías, camisas de fuerza obsoletas, al pragmatismo.
El problema es que cuando la política no se mueve en un marco conceptual, poco
importa si de derecha o de izquierda, sino solo en la mejor solución de un
problema, sin contexto y sin visión, el pragmatismo se transforma en
utilitarismo, la política se hace autoreferente, y los ciudadanos,
especialmente los jóvenes, no se sienten involucrados.
Añadimos a esto
que la enorme masa de dinero puesto en marcha sin fronteras por la
globalización, toma vuelo propio, y no es el lubricante de la economía
productiva, sino la supera en volumen de 40 veces. Y las finanzas son el único
sector del mundo que no tiene organismo mundial o internacional regulador.
Pronto toman vuelo proprio, se liberan del ámbito nacional y de sus
reglamentaciones y solo en paraísos fiscales hay 22 trillones de dólares, casi
tres veces el presupuesto de Estados Unidos. Las cifras de la creciente
desigualdad son conocidas, y según Oxfam en 2025 vamos a tener el mismo índice
de desigualdad de la reina Victoria, cuando un oscuro filosofo, Karl Marx, escribía
en la librería del British Museum sus tesis sobre la explotación de los niños y
de las mujeres.
Esta brutal
compresión, con su obvia banalización de temas complejos y dramáticos, es para
decir que no siempre basta derrumbar un muro para crear libertad, y paz, a no
ser en el plazo inmediato. Otros muros se levantan, en la historia eterna del
hombre. Algunos muros nos siguen desde hace tiempo. Los estados en que vivimos
vienen de un tratado del 1648, el de Westfalia, que definió los principios de
la soberanía nacional, convirtiéndose en la constitución del nuevo sistema de
Estados en Europa. El tratado estaba hecho por los reyes, no por los pueblos, y
no deja de ser singular que pronto serán cuatro siglos que hablamos del “nuevo”
sistema de estados. Europa aplicó esta lógica durante el periodo colonial,
creando estados sin ninguna consideración de sus habitantes, juntando etnias y
religiones totalmente diferentes. La crisis del Medio Oriente la han creado el
señor Picot y el Lord Sykes, cuando se juntaron tras la caída del imperio
otomano dibujando países de respectivas influencias francesa o inglesa, como
Siria o Irak, con los resultados que hoy conocemos. Los muros entre kurdos y
turcos, por ejemplo, lo han creado los europeos y el difícil proceso africano,
también....
Sobre muros muy
antiguos, han surgido muros más modernos, construidos sobre los viejos. Desde
el colonialismo, ha aumentado la difidencia hacia lo que no es blanco y
cristiano. La difidencia hacia el otro. Basta mirar como están rápidamente
levantando muros los partidos xenófobos que han surgido en toda Europa,
inclusive en países que eran modelos de civismo, como Finlandia, Dinamarca,
Suecia, Francia, Holanda, etc., o el surgimiento del Tea Party en Estados
Unidos. Este momento histórico en el que estamos, de países no realizados por
la integración de sus ciudadanos, ha creado 51 millones de refugiados en el
2013, cifra muy cercana a los 54 millones de la segunda guerra mundial. Europa
está levantando murallas, y transformándose en una fortaleza, en una crisis de
miedo y de confianza.
Además de estos
muros que tienen fundaciones históricas, se van añadiendo muros globales, como
el cambio climático, la incapacidad de eliminar el arsenal nuclear, para citar
dos que amenazan directamente al planeta y a la humanidad entera. La nueva
economía, que supone que el mercado sepa hacerlo todo, y que considera que el
capital es mucho más importante que el trabajo, ha logrado que se acepte el
desempleo como un fenómeno inevitable y sin remedio. Según la Organización
Internacional del Trabajo, los jóvenes europeos que tienen hoy entre 20 y 25
anos, se jubilarán con una pensión de 430 euros mensuales, mientras que, según
la tendencia estadística actual, el 1% de la humanidad tendrá el 79% de la
riqueza mundial.
No es de
extrañar que entre muros viejos y nuevos, hoy vivamos en una época de gran
miedo y de pocas esperanzas, dónde aumenta el rechazo de los demás, y la
tendencia a competir y no a cooperar, a buscar el enriquecimiento, y no el
crecimiento, y los que es social (escuela, salud, etc.), sean considerados
gastos no realmente productivos.
El camino para
salir de los muros tiene que ser un recorrido individual, pero no puede dejar
de ser un camino de todos, y por lo tanto de las instituciones. Se llama
seguridad humana global. No se trata de seguir invirtiendo en el viejo concepto
de seguridad militar, o policial (la policía se va militarizando cada vez más).
Se trata de devolver al hombre su seguridad, que se basa en un trabajo digno,
en una vida segura y libre de injusticias y de explotaciones. Es un camino que
se tiene que construir conjuntamente entre ciudadanos de un espacio físico
común, con cultura y tradiciones comunes, capaces de aceptar el
multiculturalismo y un mundo que se va a integrar siempre más, y que logren que
el sistema político vuelva a estar basado sobre valores de justicia social,
participación, transparencia: los valores que dieron vida al estado moderno.
El camino del
País Vasco hacia la paz, pasa por estos caminos. Su fuerte identidad cultural e
histórica, su harmonía social, son la bases para hacer del concepto de
seguridad humana un camino alternativo a las armas y a los conflictos, y hacer
de esto un paradigma que tenga efecto de demostración con los otros pueblos,
Esto va a ser un abatimiento de muchos muros a la vez, y de un camino
importante para una paz que tenga valor universal.| 21 de noviembre de 2014.
*Roberto Savio
es Doctor en Economía y Periodista. Fundador y Presidente emérito de Inter
Press Service (IPS). Miembro del Comité Internacional del Foro Social Mundial
Este artículo
forma parte de la serie de 10 artículos "Tribuna Abierta" dentro del
proyecto "Por un futuro de paz en el País Vasco: derribando murallas y
construyendo puentes", impulsado por la Fundación Cultura de Paz con el
apoyo de la Secretaría General para la Paz y la Convivencia del Gobierno Vasco.
El proyecto
tiene objetivo explorar y analizar elementos de conciliación que faciliten la
comunicación y la convivencia en la sociedad vasca, aportando nuevas
perspectivas y miradas al escenario actual del País Vasco después de cincuenta
años de violencia y tensión.
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