OTRA EUROPA Y
ÚNICA POSIBLE: LA DE LOS PUEBLOS
ESCRITO POR PATROCINIO NAVARRO
Todo este tinglado
industrial y bancario – que otra cosa no es- llamado Unión Europea está muy
lejos de una idea de Europa de los pueblos, pues la que tenemos hasta hoy ha
sido incapaz de superar su politiqueo de baja estopa y su servilismo a los EEUU
y a los banqueros yanquis y alemanes.
Todo este tinglado industrial y bancario – que otra cosa no es-
llamado Unión Europea está muy lejos de una
idea de Europa de los pueblos, pues la que tenemos hasta hoy ha sido incapaz de superar su
politiqueo de baja estopa, sus
nacionalismos, y hasta sus regionalismos;
donde se amalgaman repúblicas y monarquías, gobiernos laicos con
gobiernos proteccionistas de las Iglesias, y donde no se ve a ninguno con ánimo
de apostar en beneficio de los ciudadanos europeos por
unos Estados unidos de Europa, que sería el viejo sueño de los
verdaderos europeístas desde el siglo pasado al menos. De modo que la idea no
solo no es nueva sino que ahora mismo parece hasta más utópica que nunca a la
vista de la que está cayendo. ¿Y qué es lo que está cayendo? Estamos a punto de
saberlo: un Tratado de Libre Comercio entre Europa y los Estados Unidos, país de origen de una
tempestad destructiva en Europa. Me
refiero a la crisis provocada en primer lugar y perfectamente programada por
etapas por los defensores del dólar con la complicidad de los banqueros alemanes y del BCE para
arruinar al viejo continente, desmantelar sus instituciones públicas, poner de
rodillas a todos los pueblos con sus gobiernos y parlamentos, acabar con las
clases medias y las pequeñas y medianas industrias y negocios y empobrecer a
los trabajadores hasta la desesperación
tras acabar con elementales derechos laborales conquistados con muchos sacrificios
y muertos y con el estado del bienestar
parcialmente conseguido tras muchas luchas sociales.
Las privatizaciones de los servicios públicos como la sanidad o
la educación, el fracking, los transgénicos sin control o la eliminación de
leyes medioambientales para propiciar negocios forman también parte importante
de sus señas de identidad. Todo esto es una hábil, sucia e inmoral jugada del mundo rico que no parece tener fin
hasta hoy, pero aunque no nos sirve de consuelo, a la postre habrá de traer
consecuencias negativas para ellos mismos, pues quien escupe al cielo no puede
esperar ver caer manzanas. Y todos estos sujetos que dirigen el mundo en la
sombra y sus amas de llaves en gobiernos e instituciones no cesan de escupir al cielo en todos los
sentidos: el material y el espiritual. Pero eso vendrá luego.
Desde hace años veníamos observando los europeos los esfuerzos
que se realizaban desde los mercados
financieros en complicidad con la gran banca norteamericana para que el euro se
viniera abajo a medida que iba
adquiriendo prestigio internacional
sustituyendo al dólar como moneda
de referencia en los intercambios comerciales de muchos países. Si no se ha conseguido aún tal
cosa es debido a las jugadas del Gobierno
y banqueros estadounidenses con sus famosas agencias de calificación de
riesgos ad-hoc y a las numerosas deudas que el sur de Europa tiene en euros con
los banqueros alemanes y que estos necesitan cobrar con urgencia. De ahí los
agresivos planes de ajuste a que obliga
el gobierno alemán a sus países deudores, caiga quien caiga, y con el
tiempo ellos mismos, pues quien arruina a un deudor difícilmente puede exigirle
que le pague. Incluso Francia se
encuentra ya presionada por la apestosa troika en el comienzo de sus planes de
austeridad. En definitiva, estamos ante una guerra económica comenzada por el
neoliberalismo made in usa con la complicidad
de los ricos de Alemania, Inglaterra y Francia vía Bruselas y Banco
Central Europeo, contando con el servilismo de sus endeudados gobiernos
deudores. Estos han sido convertidos en
correas de transmisión entre los usureros financieros internacionales y sus
propios pueblos. Por esta y otras razones han perdido legitimidad de
representación, si es que la tenían anteriormente, pues ¿quién elige a los
señores que toman las decisiones del Banco Central Europeo? Lo que es evidente
es el interés de todos estos gobiernos
capitalistas por terminar con las
democracias tradicionales – y con ello con la posible influencia de la opinión
ciudadana sobre sus parlamentos- como efecto secundario bien calculado de
antemano. Existe claramente una conspiración de los ricos para instituir estados policiales sobre naciones
arruinadas y acabar con los derechos adquiridos por las clases trabajadoras, a
las que quieren esclavizadas como en el
modelo chino al que buscan imitar.
Una guerra contra el euro no puede ser una guerra declarada
abiertamente – pero sí encubierta-por el
Departamento del Tesoro USA con la ayuda – como ya la ha habido- de los Goldman
Sachs o los Rockefeller, los Morgan y sus manipuladoras agencia de calificación
de riesgos, un gran invento este subvencionado para poner en tela de juicio la
solvencia del país que interese y desatar la caja de Pandora de la deuda, los
recortes y el ahogo de los derechos y libertades públicas. En mi opinión se
quiere acabar con el euro, pero primero arruinar a Europa y hacerla dependiente
de los EEUU y su moneda.
Para ahogar lentamente a los más pobres de los países europeos gobernados por administradores corruptos- han ido siendo precisas hasta hoy grandes jugadas de póker norteamericano con
muchos faroles, pero venidas de manos de jugadores con prestigio de los que lo
último que cabría esperar eran cartas marcadas y fichas tóxicas puestas sobre
el tablero, disfrazadas de solvencia.
Una repugnante manera de enriquecerse unos pocos a costa de los
muchos en las transacciones financieras ha terminado por poner en movimiento
enormes cantidades de dinero ficticio que son los activos tóxicos de los que
todos oímos hablar a diario y fueron, como sabemos, el detonante de la crisis,
de los rescates bancarios posteriores, de la falta de créditos a las empresas y
de los recortes sucesivos: un estudiado “efecto dominó” en manos de hábiles
jugadores de póker político-financiero.
Como muchos europeos – incluyendo la gente corriente del pueblo
seducido como consumidor - son tan proclives a imitar lo yanqui, tampoco podían
faltar entidades financieras pasándose unas a otras las
patatas calientes de la burbuja financiera, hasta el punto de que ahora mismo
ningún banco se fía de otro a la hora de prestarse dinero entre ellos. Y eso
forma parte de la estudiada jugada para empobrecer a los países impidiendo que
el dinero fluya desde el sector financiero al productivo, y arruinando sus
posibilidades de desarrollo, ya que este se fundamenta en las empresas medianas
y pequeñas a los que se les niega el
crédito y se ven obligados al cierre.
¿En beneficio de quién? De los pueblos,
no. Y tampoco está del lado del pueblo la corrupción que se fue fraguando al
hilo de estas jugadas de póker, en la que tantos dirigentes políticos están
vergonzosamente implicados en España hasta unos niveles inauditos.
Las cuestiones que surgen inmediatamente entre cientos, son
algunas como estas: ¿ por qué no es más eficaz y rápida la justicia con los que
roban al pueblo? ¿Por qué no devuelven de una vez lo que han robado banqueros,
defraudadores y políticos? ¿Por qué la
mayoría de españoles no exigen la dimisión inmediata de su gobierno? ¿Por qué
los representantes políticos de los pueblos de Europa no ponen de relieve con
la máxima contundencia la necesidad de unos Estados Unidos de Europa y buscan
la complicidad ciudadana para exigir que no se ponga en marcha el Tratado de Libre Comercio con
los Estados Unidos?
Y finalmente ¿por qué no son capaces los pueblos de Europa hasta
hoy mismo unidos para exigir una democracia participativa y con ella exigir
justicia contra los corruptos sin excepción alguna, conseguir la condonación de
las deudas hipotecarias que tan
cruelmente se exige cumplir a familias social y laboralmente excluidas y
cambiar este vergonzoso compadreo parlamentario por unas democracias reales
donde sea la voluntad del pueblo sencillo - y no la de sus enemigos – la que
determine el funcionamiento de cada país europeo y especialmente de los del
sur? ...
Tal vez con lo que estos parásitos sociales y sus capataces en
los gobiernos – la clase política- no contaban es con la progresivamente alta
capacidad de respuesta de los ciudadanos, cada vez más vergonzosa e
injustamente colocados contra las
cuerdas. Pero estas se acabarán por romper, que es lo que está comenzando a
suceder, aunque no con el ritmo, amplitud y contundencia que exigen las
circunstancias. Pero tiempo al tiempo, partido a partido, como se viene
diciendo.
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