EL NUEVO CHOLLO DE GALLARDÓN...Y CIA
ESCRITO POR BENITO SACALUGA
Joaquin Leguina ya pertenece al curioso Consejo, ahora también
Gallardón. Teniendo en cuenta la disparidad de pensamiento que existe entre los
dos personajes imagino que los debates, si es que los hay, serán intensos y
divertidos, aunque con Gallardón nunca se sabe...y con Leguina tampoco.
El Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid es el superior
órgano consultivo del Gobierno y de la Administración autonómica, así como de
las corporaciones locales y de las universidades y demás entidades de derecho
público de la región, tal y como se puede leer en su propia web y sigue
informándonos que(sic): "Goza de autonomía orgánica y funcional con el fin
de garantizar su objetividad e independencia...." y "...que como no
podía ser de otra manera, no tiene carácter oficial, sino meramente
orientativo". Bien, Alberto Ruiz-Gallardón ya está en nómina del muy
prescindible Consejo.
Sigamos. El Consejo Consultivo de la CAM fue creado por
Esperanza Aguirre, en esta ocasión no dejó nada en manos de la
"providencia". La Ley 6/2007 de 21 de diciembre (BOCM nº 309, de 28
de diciembre de 2007 y BOE nº 54, de 3 de marzo de 2008) es la encargada de
regular el Consejo. En su artículo 7 nos dice que: "Son Consejeros permanentes
los ex Presidentes de la Comunidad de Madrid. Quienes ostenten tal condición
podrán solicitar su incorporación al Consejo Consultivo en cualquier
momento" y además que "el cargo de Consejero General es de caracter
vitalicio", y en su articulo 11: "Los Consejeros tendrán las
retribuciones previstas para los Consejeros de la Comunidad de Madrid", es
decir que su salario se corresponde con el de cualquier titular de una cartera
de Consejero de la Comunidad de Madrid, esa especie de ministros autonómicos
que nos cuestan cada uno la bonita cantidad de, más o menos, 119.000,00 euros
anuales, más cotizaciones a la Seguridad Social, más dietas, coche oficial,
chófer, secretarios y secretarias personales y otras "minucias"
varias. Joaquin Leguina ya pertenece al curioso Consejo, ahora también
Gallardón. Teniendo en cuenta la disparidad de pensamiento que existe entre los
dos personajes imagino que los debates, si es que los hay, serán intensos y
divertidos, aunque con Gallardón nunca se sabe...y con Leguina tampoco. Más
divertidos e inútiles serán los debates si Esperanza Aguirre es defenestrada en
las próximas elecciones, bien por Rajoy o bien por los madrileños, y decide que
ella también quiere ser consejera, que 8.500 euros al mes no son como para
hacer ascos.
Como dije antes, lo que diga el Consejo no tiene más fuerza que
la meramente consultiva y por tanto lo que exponga será tenido o no en cuenta
según la opinión del presidente de la Comunidad o aquellos otros organismos
autonómicos con derecho a consulta. Una especie de bufete jurídico con voz pero
sin voto, fácilmente sustituible por la legión de asesores que la Comunidad de
Madrid tiene en nómina por designación directa, a dedo.
Repito que el Consejo afirma que "Goza de autonomía
orgánica y funcional con el fin de garantizar su objetividad e
independencia" y yo me pregunto que
clase de independencia es esa si tenemos en cuenta que sus actuales consejeros
generales son militantes destacados de dos partidos políticos. Me lo pregunto y
me respondo que: Independencia y objetividad ninguna. Respuesta en la que me
reafirmo si además tengo en cuenta que el presidente del Consejo es el popular
Ignacio Astarloa Huarte-Mendicoa a la vez que también, y para colmo, es
diputado por Vizcaya en las Cortes Generales (Congreso) gracias al bendito dedo
de Rajoy y a las listas cerradas y que los Consejeros Electivos (6) están todos
vinculados de alguna forma al PP o al PSOE.
Según datos de 2011, ese año el Consejo nos costó a a todos los
madrileños 5.083.045 euros, repartidos entre una plantilla de 49 personas entre
las que 11 son altos cargos, todos rebotados de la política activa. Teniendo en
cuenta que la duración del cargo de Consejero General es de caracter vitalicio
es lícito pensar que la nómina de esta especie de organismo para el retiro
dorado de "altas personalidades" siempre irá en aumento.
Ahora que se avecinan elecciones autonómicas parece buen momento
para que el PSOE y la oposición al PP incluyan en sus programas electorales y
en letra negrita su voluntad irrefrenable de acabar con esta vergüenza que es
el Consejo Consultivo, y así conseguir que los políticos retirados o no, se
ganen el pan como el resto de los mortales, es decir trabajando para quien los
elija por sus capacidades profesionales y no por su pertenencia a la, cada vez
más manifiesta, casta.
Yo por mi parte tengo pocas esperanzas (ninguna) de que los
políticos tiren piedras hacia su propio tejado y por tanto la única solución es
que las piedras las tiremos los que les pagamos la fiesta.
Benito Sacaluga.
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