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domingo, 6 de julio de 2014

PODEMOS Y LA QUE SE AVECINA



PODEMOS Y LA QUE SE AVECINA
TOMÁS MARTÍN TAMAYO

Voy a comenzar con un viejo chiste: En un examen oral de química le preguntaron a un alumno sobre el amoniaco y el prenda, que no sabía nada, improvisó: “Es un líquido gelatinoso, tirando a etéreo, de agradable olor…” “¿Ah, sí -le interrumpió el profesor-, le gusta a usted el olor del amoniaco?” Abrió un armario, sacó un frasco, lo destapó y lo puso debajo de la nariz del osado: ¿Qué tal, agradable, verdad? Al alumno le subieron los efluvios del amoniaco y mientras le caían lagrimones mantuvo el tipo: “A ver, bueno, sobre gustos… ¡Y a mí que me gusta!”. Pues con el olor de Podemos a muchos comienzan a saltársele las lágrimas y no precisamente de alegría. La realidad electoral de Podemos, como el olor real del amoniaco, está desequilibrando a muchos papanatas que, asentados en unas poltronas que creían tener escrituradas, comienzan a ver sus culitos en polvorosa.

Sabemos de Podemos porque sus detractores, que están de guardia en todos los canales, a todas horas, no dejan de informar o de desinformar sobre la incipiente formación, mientras ellos, que no se sabe ni quiénes son, parece que esperan pacientemente a que escampe porque con tanta lluvia ácida apenas pueden hacer otra cosa. Hay canales que se han hecho monográficos de Podemos y desde el chaparrón inesperado de las elecciones europeas,  no tienen otro contenido que denigrar “al coletas”, pero con tanta insistencia y exageración que pueden conseguir un efecto rebote que no esperan. ¡”Buscando a Podemos desesperadamente!”, es el título de la película que no dejan de proyectar.

 ¿Qué es Podemos? De momento es algo que cabrea a los que nos estaban cabreando y son muchos los que lo justifican como respuesta electoral a la corrupción en todos los frentes. Vaya colitis la que le ha entrado al espectro político con la irrupción de esta gente cuya existencia desconocíamos hasta que asomaron una cabeza a la que hoy todos ponen precio. ¡Ay, ay, cuánto voluntario para esnifar amoniaco! A la derecha es como si el cielo se hubiera abierto, dejando caer sobre sus prístinas cabezas todas las inmundicias de las que abominan. El PSOE, tal vez porque tiene otras urgencias,  se muestra más comedido y tolerante pero no acaba de asimilar la presencia de estos “antisistema, cochambres y perro flauta”, según un prócer socialista asentado en el capitalismo y al que igual le da el gato blanco que el negro. ¡Con lo bien que se tomaba el sol en la playa del bipartidismo!

Pero el cuponazo le ha tocado a una IU que se nutría de las miserias de los demás y que, de sopetón, cuando estaban arrimando la silla para la gran pitanza, llegan estos forajidos sin denominación de origen ni marchamo de calidad y les quitan el segundo plato, pan, vino y postre. Con lo contentos que estaban ellos, creciendo sin hacer nada, con un discurso de soflamas vacías, descafeinado, desnatado, edulcorado... Y en Extremadura ayudando a Monago en su “tararí-tararí” y respaldando a Nogales en sus enredos financieros. ¡Casi ná!


¿Se han enterado ustedes de que Pablo Iglesias ha dicho que detrás de ETA había una justificación política? ¡Qué escandalera! ¿No dijeron lo mismo, al sentarse a negociar con ellos, Felipe González, José María Aznar (que incluso la rebautizó como “movimiento vasco de liberación”) y Zapatero? Y así todo el rato, intentando demonizar a una gente que ha surgido al rebufo de sus repugnantes corrupciones. ¡Venga, casta, a oler amoniaco!
 

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