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martes, 10 de junio de 2014

CONCORDIA.



CONCORDIA.
L.SORIANO

“Concordia res parvae crescunt”. Y ruego me perdonen por empezar con un latinajo, por otra parte muy conocido, logotipo o lema de tantas actividades y buenas voluntades. Viene a significar “En concordia las cosas pequeñas crecen”, y sigue diciendo que en discordia lo grande se destruye. En el Palacio de la Opera de la preciosa y marítima Helsinki corona su central capitel a dos aguas, con fustes y frontones  esculpidos de cariátides y cobijando a Fidias y otros Talentos

Mi adorado Quevedo, D.Francisco de y Villegas, me hubiera tachado de “la culta latiniparla”, y hubiera posiblemente agregado, que “quien legisla en caliente, yerra seguramente”. Sin embargo, me da igual si se espera a que se enfríen, o se haga aún con los cuerpos cálidos de los muertos en sus féretros, pero lo que sí propugno con energía y con tesón es que se prepare ya una ley aplicable a los terroristas. Basta ya de buenismos y de garantismos equívocos. La solución la conocen perfectamente, funciona magníficamente en muchos países, únicamente  haciendo que los jueces sean responsables de la imputabilidad errada o de la inimputabilidad equivocada con resultado de atentado o muerte. Teniendo el honrado Juzgador todos los medios a su alcance y todo el asesoramiento que requiera además de responsabilidad compartida con funcionarios del Ministerio del Interior, a quien se le aplicara la legislación o se le declarara “Terrorista”, perdería todos y cada uno de sus derechos constitucionales, siendo reo de cumplimiento de penas, las máximas actuales o las nuevas que se legislen.

Sí, con esta política de Yenka barata, donde los terroristas creen, quizás saben  porque recuerdan, que estos gobiernos son blanditos, a los que le gusta el negociar y dar prebendas con tal de que no le creen líos, y dejarlos apesebrar y amamantar a toda su extensa prole, 300,000 “liberados” sindicales incluidos, extremistas separatistas, y toda clase de crápulas succionadores, por lo que  sólo conseguiremos mas indignidad y terror.     La concordia, si no se dá de natural, se crea con firmeza y con autoridad. Los terroristas no van a dejar las armas y la extorsión para apretar tornillos en Mondragón, y cae en copla. NO lo harán Nunca. Mafia vividora, familia de clase y casta, hasta con “vicarios divinos” haciendo lo que decía aquel prócer de infausto recuerdo, “Haz cualquier barbaridad, que siempre encontraremos un estúpido que las justifique en todos los campos”.

Lo malo es que estos Bárbaros, a quienes les importa una higa haber repetido  matar a cientos de personas, decenas de los cuales niños, son listos y están “en pasta”. Y sabian, eran absolutamente conscientes, de que el Remendón estaba en caída libre y que puede que le quedaran unos pocos telediarios y de un puñado de ediciones de Público, y un solo par de entrevistas en la Ser o en la Sexta o Cuatro, y que hasta Iñaki- que pena de dignidad -, le pudiera dar la espalda. Y  que el que ayer decía “si sale sale”, que hay que echarle a la “testa coronada”, aunque disculpable por su Estado, hoy diga que “hay que darles en la cabeza”. También le dijo a su íntimo amigo Chavez que se callara y luego, lo recibe en Palma poco tiempo después, hoy hace unos años, a palmaditas cariñosas. Así que a fiarse nada. Estos canallas asesinos forzaron al Blandito apaciguador para que entre bomba y bomba les permitiera alguna concesión Trágica para el País y que por imitación haria arder la nación. Cambiado el Ruler, la situación no cambia, el continuismo perverso se impone.
Que las FF.AA. cumplan el mandato constitucional es un sueño, dados los altos mandos actuales y su forma de promoción, y el feliz “cejienpico”, pasará a la historia como Calígula empeorado. Pero si lo echan antes pierden o alejan unos años la posibilidad de su “sueño”. Así que antes de que lo echen lo ordeñan.

 Pero, ¿Quién sufrirá, quienes sufriremos?  Desde la subida histérica de impuestos, hasta la destrucción de todo atisbo de industria, comercio, servicio o actividad, unidad, solidaridad y futuro.  First we take Manhattan, decía Leonard Cohen. Lo intentarán a toda costa.

Concordia. Tenemos de todo menos concordia y unidad, y como a las minorías, hay que protegerlas pero no fomentarlas, sin concordia ni unidad los acontecimientos lamentablemente superaran mis predicciones.

A réflêchir

Reflexiones L. Soriano
 

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