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viernes, 16 de mayo de 2014

"LA SOCIEDAD DE LA MENTIRA"



"LA SOCIEDAD DE LA 
MENTIRA"
EDUARDO SANGUINETTI


ASistiendo día a día, al espectáculo simulado de los conflictos entre naciones, organismos internacionales, mandatarios aparentemente en pugna de intereses, candidatos a elecciones de democracias procedimentales, elevar a calidad de íconos a los peores, nacionalismos provisorios devenidos en mundiales de fútbol: el “gran negocio de la pelota”.

Permanecer en este planeta significa vivir en un espacio de simulacro, compuesto de fragmentos absolutistas elaborados en "tienda de accesorios" de las corporaciones del poder.

La importancia del simulacro, devenido en mentira, cual paleo-mito escindido, radica en los perjuicios que ocasiona en la comunidad toda, sin ellos no importaría la contundencia, en el accionar de la mentira, instalada en la existencia de las comunidades, que la han asimilado cual forma de vida, sin lugar para el planteo inicial de alguna verdad, que anularía cual golpe constitutivo de discontinuidad en el accionar de esta mentira.

El espacio de la política, hoy más que nunca, es el de la mentira sin lugar a dudas, las mentiras de la política ya no dejan de tener contenidos inocultables que provocan una instancia paradójica en secretos develados, que todo ciudadano avezado no deja de conocer y deplorar, deviniendo en estos una sensación de impotencia e indignación producidos por la violencia diferida del vector al que apunta la mentira: la necesidad de un sentido que no existe.

En la Sociedad de la Mentira, dentro de la cual el Intelectual debería tener un rol esencial, en su tarea irrenunciable de instalar la Voluntad de la Verdad, me resulta paradógicamente muy difícil definir a este mismo “intelectual”, con sentido de ser, portador de ideas y conductas a seguir por una población que se debate en un estado de inseguridad ante el simulacro como norma de vida.

Comunidades huérfanas de un “tiempo sin tiempo”, donde el poder simulado en democracias “de la diferencia”, abandonan a su suerte y a las consecuencias atroces de vivir sin justicia y bajo la mirada infame y farcesca de los medios de comunicación y el imperio de las redes sociales tejidas por esta población perdida en el imperio de Twitter y Facebook, con un futuro calculado de llegar a ser esclavos de un materialismo ilusorio, en un mundo donde el Capitalismo impuso su criterio, en la gran mentira de la izquierda progresista y la derecha liberal.

Creo que el método del intelectual relativizador del accionar criminal del poder, consiste también en calcular una justa irrupción de la verdad: “debe decir lo que se cree que no debe decirse”. Hoy, cuando me refiero a la figura del intelectual hablo de aquellos que, más allá de toda profesión, ejercen un discurso público y opinan sobre los grandes temas de un mundo que se debate entre la mentira y el poder de quienes la imponen e instalan.

No puedo dejar de admitir, que guardo un profundo respeto por los intelectuales, que a pesar de amenazas y peligros se pronuncian sobre los temas que esclavizan a la comunidad.

En mi ensayo: “El Pedestal Vacío”(1993, Ed. Catari) en lo que amplío mi certezas acerca de del simulacro y la mentira, convoco a la vez los fantasmas, a los que se refirieron tantos notables intelectuales destructores de las evidencias simuladas que instaló el poder a lo largo de la historia, que hoy reaparecen por todas partes a modo de mentiras de ninguna verdad. El desarrollo de las tecnologías y las telecomunicaciones provoca la apertura a un espacio de una realidad fantasmal. No tengo dudas que la tecnología de punta, en lugar de alejar fantasmas, abren el campo a una experiencia en la que la imagen no es ni visible ni invisible, ni perceptible ni imperceptible, simple y trágicamente un recuerdo escindido.

No dejo de insistir en el affaire de los medios y de la transformación del espacio público a través del universo de las corporaciones económicas de los medios de comunicación y de la web, conformadas por máquinas de producción de fantasmas. No hay sociedad que se pueda comprender hoy sin entender esa condición fantasmagórica de los medios y su relación con los muertos, las víctimas, los desaparecidos que forman parte del imaginario social. El demonismo convierte a esta suerte de nihilismo y escepticismo en fe, y puede definirse como la mentira de ninguna verdad convertida en la verdad de ninguna mentira.

El Autor

Eduardo Sanguinetti
Eduardo Sanguinetti, filósofo y poeta nacido en Buenos Aires Argentina, es autor de múltiples ensayos y poemarios, traducidos a los más diversos idiomas, los cuales hicieron que le fueran otorgados el Doctorado Honoris Causa en Universidades de Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia, Alemania, Japón, India y un Doctorado en Cambridge (England) en Filosofía. Es miembro de The World Literary Academy (Cambridge, England) y Advisor del I.B.C (Cambridge, England). Su incursión en las artes visuales y la música, devienen en sus célebres “Sound-land art-performances” e “Instalaciones” donde asimila el "body art" y el denominado “arte conceptual” a las mismas. Siendo, según Carlos Espartaco en su libro acerca de este filósofo “Eduardo Sanguinetti: La Experiencia de los Límites” (1989, Ed. De Arte Gaglianone), el precursor de dichas tendencias artísticas en el Río de la Plata, en la década del setenta.. Fue nominado en dos oportunidades a la Beca Guggenheim de la Guggenheim Foundation de New York. Ha trabajado en conjunto con los artistas de las más diversas tendencias: Mulet, Wilson, Glass, Eno, Cabral, Prodan entre otros. Jean Baudrillard lo considera el precursor indiscutido de la última vanguardia Latinoamericana en Land-Art y el minimalismo, al que Sanguinetti define como “lo máximo en lo mínimo”. “Su compromiso con el acontecer político-ecológico y social de este tiempo, lo convierten en una de los más destacados activistas políticos-culturales en el mundo hispano” (Revista Nexo Nº 9, 2012, Instituto de Estudios Hispanos de la Universidad de Gran Palma, Canarias), por su “Manifiesto de los Indignados de la Cruz del Sur”. En el año 2004 es nominado con el premio “Man of the year Award” Cambridge,England.

 

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