EL GENOCIDIO QUE PODEMOS FRENAR

EL GENOCIDIO QUE PODEMOS FRENAR

JEREMY WAISER – AVAAZ

Queridos amigos y amigas,

Sudán del Sur ha entrado en una horrible espiral de violencia, pero podemos frenarla. Si atacamos a los dos líderes que están sembrando el terror donde más les duele -- su cartera -- puede que pongan fin a esta pesadilla. La ONU está decidiendo qué sanciones aplicar, y si enviar una misión de paz de forma inminente -- démosles el mandato global que necesitan para evitar que la escalada de violencia desemboque en un genocidio:

firma la peticion

En Sudán del Sur, mujeres y niños están siendo sacados de hospitales y escuelas y asesinados al borde de la carretera, mientras la propaganda incitando al odio se difunde a través de los medios. Parece un horrible recordatorio de Ruanda, pero no lo es. Está pasando ahora, y nosotros podemos pararlo.

Hay dos culpables: el Presidente Salva Kiir, y Riek Machar, quien fue su vicepresidente. Envueltos en una agria disputa por el poder, están alimentando cínicamente las tensiones entre los grupos étnicos que han convivido en paz durante décadas. Ambos hombres tienen familia y bienes en el extranjero, y si conseguimos atacarles donde más les duele -- sus carteras -- podemos evitar que esta pesadilla se transforme en un genocidio.

Mientras las conversaciones de paz se reanudan, Estados Unidos y Francia están instando al Consejo de Seguridad de la ONU a imponer sanciones y enviar más efectivos en una misión de paz que proteja a los civiles. Es posible que Rusia trate de bloquear la iniciativa, pero esta vez incluso China rechaza la idea de ver cómo este país rico en petróleo se sumerge en el caos. Eso significa que podemos ganar si actuamos rápido. Inundemos a los líderes clave con una petición de 1 millón de voces pidiéndoles que aprueben sanciones y den luz verde a una fuerza de paz más numerosa que proteja a los habitantes de Sudán del Sur:

https://secure.avaaz.org/es/ceasfire_in_south_sudan_euro_gen_/?bcrKKbb&v=39545

Es indignante y descorazonador. Más de un millón de civiles de un total de 11 millones de habitantes de Sudán del Sur han huido de sus casas, decenas de miles han muerto y el país sufre una hambruna desoladora. Mientras tanto, durante meses, las grandes delegaciones de ambos bandos han estado en lujosos hoteles del vecino país de Etiopía haciendo lo mínimo para avanzar en las negociaciones para la paz.

Podemos detener esta locura. Imponer sanciones, incluyendo la congelación de los activos de ambos líderes y la prohibición de emitirles permisos de viaje, dificultará que Kiir y Machar accedan a sus bienes y visiten a sus familiares y amigos en el extranjero. Incluso si perdemos el voto en el Consejo de Seguridad, aplicar sanciones unilaterales por parte de diferentes países clave tendrá un gran impacto.

Reforzar la misión de paz de Naciones Unidas también es necesario. En un acto sin precedentes, la ONU ha abierto sus propias bases para refugiar a 85.000 civiles que han escapado de las masacres, pero hay menos de 9,000 cascos azules para cubrir un territorio del tamaño de Francia. Una de las bases de la ONU ya ha sido atacada, y el gobierno está amenazando con expulsar al organismo internacional fuera del país. Necesitamos urgentemente una misión de paz mucho más grande y fuerte.

Este conflicto es reciente, y aún podemos solucionarlo. No le fallemos a Sudán del Sur. Firma y comparte la petición con todo el mundo:

https://secure.avaaz.org/es/ceasfire_in_south_sudan_euro_gen_/?bcrKKbb&v=39545

Sudán del Sur es la nación más joven de la tierra, y nació fruto de una resistencia de decenas de años frente a la brutalidad genocida del régimen de Sudán. Pero al igual que en muchos otros países, existe una brecha profunda entre la clase dirigente y los ciudadanos. Esta distancia es dramática, especialmente porque el Presidente Salva Kiir parecía estar sinceramente motivado, pero tanto él como Riek Machar parecen haberse convertido en víctimas de la ira, el miedo y la sed de poder. Apoyemos al pueblo de Sudán del Sur a contener a sus líderes para que alcancen la paz por la que tanto tiempo han sufrido.

Con esperanza,

Jeremy, Mary, Mathias, Jooyea, Sayeeda, Patri, Luis, Ricken y todo el equipo de Avaaz.