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lunes, 21 de abril de 2014

EL ESTADO Y LA CORRUPCIÓN PEPERA II



EL ESTADO Y LA CORRUPCIÓN PEPERA  II
EL CAMPESINO.

Sodoma  y  Gomorra

En la actualidad la persecución contra la impunidad de los delitos mayores no es que sea difícil, que ya de por sí lo es, lo cierto es que se ha convertido en un recochineo, ¿de qué sirven inmensos procesos de seguimiento e investigación, si cuando los equipos de inspectores policiales, judiciales o de hacienda tienen al pájaro contra las cuerdas, el poder legislativo o el CGPJ destituye o releva a los funcionarios, para que el buitre escape a placer?

Pedirle a los legisladores que aborden esta cuestión, es ya para mearse y no echar gota, hoy cuando ocurren cosas anormales y paranormales, sería lo mismo que poner la zorra a cuidar las gallinas y que está las acaricie sin causarles el menor daño. ¿Entonces a quién sancionar cuando el aparato judicial se encuentra conque los mayores delincuentes están todos aforados?

Se puede dotar los juzgados de los mejores medios, del personal mejor cualificado, ¿Pero para juzgar a quien? ¿Al que roba una gallina, -como al Lute-, mientras el ministro del Ku klux-klan indulta a un banqueros por estafar más de treinta millones de euros?

Entonces no es que exista lentitud, es que las demandas judiciales, cuando las víctimas son trabajadores de base, se van a resolver después que estos han muerto, -es como quien dice-, le reconocemos sus derechos en el más allá, mientras los del más acá siguen mareando la perdiz.

Perplejos sí que se han quedado miles de ciudadanos: si un jacoso de la esquina se lleva por delante la moto de un policía y se da a la fuga, terminará con los huesos en la cárcel y con razón; ahora, la Espe Aguirre se puede llevar la moto, el policía y lo que trinke, que aquí no pasa nada, -al contrario-, un poco más y meten presos a los policías.

Es aquí donde la justicia aplica dos varas de medir, tremendas responsabilidades, para llevar al estrado a semejante personajillo, inmediatamente se vuelve todo una farándula, donde la Sra. se pavonea muy finamente de su atropello sin que nadie le toque un pelo, hasta que se volatiliza la gamberrada.

Cuando tenemos un gobierno corrupto, que convierte la constitución en papel mojado y una administración sumisita, ¿que leyes podemos esperar? Lo mínimo que podíamos manifestar es que esas decenas de personajes imputados y sospechosos de estar cobrando sobresueldos, (ahora le llaman sobres en “B”) deberían ser apartados de sus cargos y desautoridades por décadas. Señorías, esos delincuentes no tienen ninguna autoridad moral para legislar, para sancionar leyes.

Porque la problemática procesal-penal se ha convertido en un laberinto, “que ya no se sabe donde está la entrada y la salida”, ¿A quién le corresponde esto y a quién le corresponde lo otro, quien firma arriba y quien firma abajo? Y no es que el tema sea complejo, es que los han amañado para que los grandes gángster sean intocables; ya los ocuparemos de explicarlo en un lenguaje timorato, para que al populacho hasta le resulte agradable y nos sigan votado.
 

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