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viernes, 7 de febrero de 2014

SR. RAJOY: ACUSE DE RECIBO



SR. RAJOY: ACUSE
 DE RECIBO
Juan Henríquez

Presidente, no quiero que piense usted en la mala educación de los canarios, no todos somos como Paulino Rivero que piensa y dice que lo de abandonar a los viejos en los hospitales es una cultura atávica muy nuestra. Ni caso, a mí siempre me enseñaron que las cartas deberían ser respondidas por educación cívica. Concretamente, he recibido un escrito fechado el pasado 3 de enero, del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, firmado por la Ministra Fátima Báñez García, que, maldita la hora, no me ha gustado para nada, empezando por el tratamiento: ¿qué coño es eso de “Estimado pensionista”? Qué yo sepa, en ningún momento les he tendido la mano para que sean tan confianzudos, ¡hasta ahí podíamos llegar!
La segunda cuestión,  es que esa bondad unilateral, sin pedírselo,  de subirme la pensión un 0,25%, me tiene algo mosqueado: ¿no estará usted intentando comprarme para que le vote en las próximas elecciones?  Sabe usted que los jubilados somos muy quisquillosos con esto del dinero, y a veces pensamos de muy mala leche: ¿no estará usted, señor Rajoy, con esta subida, intentando convertirnos en cómplices de los sobresueldos del PP?
Me habla usted, señor Rajoy, de que según la nueva fórmula de la revalorización de las pensiones, éstas nunca podrán ser congeladas. Tiene usted un corazón que no le cabe en el pecho, Presidente. Puede incluso, sí no lo echan antes, que el año que viene en lugar del 0,25%, su generosidad se permita subir las pensiones en un 0,01%. La suerte suya de tener un amigo cómo el Rouco Varela, que haga lo que haga aquí en la tierra, le tiene reservado un pasaporte para el cielo.
Siempre pensé,  que tras ésa mirada picarona, había un timador oculto. En el escrito de toca cojones, no menciona usted para nada el poder adquisitivo de las pensiones, y hace bien. Porque si sube las pensiones un 0,25% y la electricidad un 2,3%, la trampa está clara, y recuerde, prometió que jamás atravesaría la “línea roja” de las pensiones. Estimado Mariano: ¡y dos piedras!
 

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