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jueves, 20 de febrero de 2014

NACIONALISMO AHORA, Y COMO “EL SASTRE DE TARZÁN”



NACIONALISMO AHORA, Y COMO “EL SASTRE DE TARZÁN”
MIGUEL LEAL
PERIODISMO HISTÓRICO


Ya se sospechaba cuando decíamos:

Procesos electorales que se avecinan en las comunidades del País Vasco, Galicia, y más polémico aún en Cataluña, como escritor o periodista nos obligan a retomar esta temática de resultados más inviables que nunca, y no sólo en España sino en otros muchos países del Orbe…El continuo debate que surge en esta sociedad canaria a raíz de los editoriales aparecidos en un conocido medio periodístico nos remiten a otro análisis complementario con base histórica con igual paralelismo en contextos geopolíticos de parecido o similar origen. Con la objetividad que se pretende siempre, apuntar que esta incivil guerra mediática responde al manido pleito insular y desde otros editoriales interesados (y viceversa), como así se aprecia, al parecer.

Respecto al fondo de la cuestión ya se ha dicho y publicado –Nacionalismo en el Regionalismo canario, Casa de Colón, 2000- que los tiempos han cambiado para los fines que persigue, y así quedó analizado en otro artículo para otro medio periodístico en octubre de 2007.

Nuestro entorno europeo con las excepciones de Malta, parte del mosaico balcánico, Chequia, Kosovo…, la globalización impide los proyectos de segregación territorial a pesar que el nacionalismo reivindicativo persista.

En América el paradigmático caso de Québec (Canadá), en Asia Taiwán, Tamiles (Ceilán)… o enclaves coloniales franceses, ingleses u holandeses en el mar Caribe e incluso hasta en el lejano Pacífico (Polinesia) entre otras posesiones coloniales, incluidas también las dependientes de USA… En el supuesto vasco se pretende un objetivo utópico ahora, pero siempre bajo la amenaza del terrorismo latente de ETA: lograr la independencia total de España para los pretendidos territorios vascos (todos). Objetivo este cada vez más difícil como igualmente lo es para catalanes, corsos, bretones, padanos, quebequenses, zulianos, cruceños… y no digamos para canarios.

En debates públicos, habidos en el Centro de la Cultura Popular Canaria, en determinada controversia se ha dicho que: “al soberanismo referido a un independentismo radical, también constituye una pretensión utópica inviable para estas islas en este momento; y así se reflejó en un artículo hace algún tiempo”. Decía (y se dice) que: … los tiempos de independencia-soberana ya han pasado, al parecer en la década de los 60-70 pasados al socaire de los procesos africanos del momento. No lo desean la mayoría de votantes en los territorios aludidos (hoy por hoy).

No obstante, los nacionalismos (con o sin aquella finalidad) son siempre protagonistas y con más o menos fortuna superan cualquier obstáculo para que el sentimiento persista, con frecuencia de forma violenta. No es factible en Canarias (a pesar de sus reconocidos derechos históricos). Se sospecha que, para este Archipiélago, terminará triunfando las tesis del ex magistrado Eligio Hernández, años ha, y que así corroboraba, en un medio de comunicación, el comentarista político Fernando Munuesa (tampoco sospechoso); apuntaba que el estado federal para España de forma larvada se está gestando (incluso en determinadas conversaciones a tres bandas, en aquel momento).

Además, ya se apuesta nuevamente por el estado confederal (o asimétrico) a medio o largo plazo que es el que solicitaba Juan José Ibarretxe previo a referéndum, y que retoma ahora Artur Mas para Cataluña a pesar de su previsible fracaso, que lo aprecia cualquiera que quiera…

Se retoma el federalismo regional que intentó (y consolidó) la Primera república -1871- y se tanteó en la Segunda (1931) Sabemos que durante la etapa republicana, con motivo de la discusión en las Cortes del Título Primero de la nueva Constitución, surgen proyectos conjuntos para dar soluciones a la problemática socioeconómica canaria; fracasarán por el problema de la capitalidad regional y el “pleito periodístico” (negativo a estos fines, claro).

En el mandato del Frente Popular, se produce un principio de acuerdo entre el líder de Gran Canaria el socialista Junco Toral y el tinerfeño Gil Roldán, definiendo un texto de estatuto autonómico, que no vio la luz al instaurarse tras la guerra civil un estado dictatorial férreamente centralizado de todos conocido.

El art. 10 de la citada Constitución republicana, decía: “Las provincias se constituirán por los Municipios mancomunados conforme a una ley que determinará su régimen, sus funciones y la manera de elegir el órgano gestor de sus fines político administrativos. En las islas Canarias, además, cada isla formará una categoría orgánica provista de un Cabildo insular como Cuerpo gestor de sus intereses peculiares, con funciones y facultades administrativas iguales a las que la ley asigne al de las provincias…” La teoría federalista que pregonaba Cubillo a estos efectos, parece.

La jefatura del estado (de encomiable trayectoria post franquista) no sería óbice, puede hacer funciones presidenciales, al parecer si así lo recoge “ad hoc” una nueva Constitución… y con fórmulas similares al RU.

Se ha dicho (desde lo universal a lo local) que Canarias como espacio extraterritorial sí dispone de especificidad singular reconocida en la UE. Parece que un auténtico nacionalismo como defensa del entorno propio, en lo que se refiere a identidad, tendrá lugar cuando el nativo canario tenga conciencia de dicho “acerto”, al que se sumarán los no canarios, concepto éste que ya hemos definido como “neo criollismo”. Afectará a residentes que sufrirán la problemática “globalizadora” (inmigración, falta de infraestructuras elementales básicas, inseguridad…) como si fueran canarios. Pero surge un desenlace distinto: Los resultados electorales serán siempre a favor de partidos mayoritarios con sede en la capital de España (ya se apreciaba en Cataluña). De ahí la teoría que da fuerza para potenciar el citado estado federal… Se visionan medidas de cohesión estructural con el respeto a las singularidades culturales de cada enclave territorial con geopolítica o historia propia en el contexto general.  Desde la historia (y periodismo) se pretende analizar estos postulados con la objetividad histórica necesaria, aun conociendo lo polémico y contraproducente del asunto…

Por tanto nos preguntamos: ¿cuándo se ha visto que un ministerio del interior “vaya a por todas” con “todo el peso de la Ley” como se aprecia últimamente? Está claro disponen de datos informativos que la mayoría de censados en determinados territorios con pretensión nacionalista-soberanista no depositarán el voto por estas posiciones, ahora más a la baja que nunca. ¿Se actuaría de igual modo si se conocieran resultados electorales del 60-70 por ciento a favor de las mismas, incluso dando cobertura a un nacionalismo moderado? Evidentemente no; pero ¿por qué? Es la gran interrogante y es nuestro caso canario. No somos sospechosos de incoherencia…, pero…

Esto es lo que hay nos guste o no, y ahora más inviable que nunca por la crisis económica jamás conocida en periodo democrático. Es opinión de

Miguel Leal Cruz. Escritor y Periodista

www.periodismohistoricosl.blogspot.com­­­­
 

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