REUNIÓN ABIERTA, PUERTAS CERRADAS

REUNIÓN ABIERTA, PUERTAS CERRADAS

Cándido Quintana

A tiro de piedra del almuerzo-reunión que Izquierda Socialista, corriente de opinión dentro del PSOE a la izquierda y muy crítica con su propio partido, celebrará este viernes día 10 de enero 2014, se me ocurre aportar algunas consideraciones que se ven desde fuera de forma generalizada, aunque la miopía de sus mandatarios les impida ver el bosque. Antes de que se me olvide, añado algo que cada vez más, y también de forma generalizada, habla la gente en torno al PSOE y a sus corrientes, en el sentido de que las tolera sin tenerlas en cuenta, aún las discrepancias reales o ficticias que hacen patentes, con el único fin de captar los votos que giran alrededor de los socialistas mas radicales, que en caso contrario irían a parar a IU.

 Empiezo por decir que tengo muy buenos amigos militantes de Izquierda Socialista en Tenerife, y que he sido invitado por alguno de ellos, aunque otros no se hayan atrevido a hacerlo dado mis reiterados escritos bombardeando al PSOE, en evitación de rechazos de algunos mandatarios que se supone que asistirán, pero no me importa. Y no me importa porque mi afán en esos escritos era aportar en positivo, aunque a estas alturas ya esté claramente convencido de que el PSOE, por lo menos en Tenerife y en Canarias, no tiene remedio si no da un giro radical y prescinde de muchos de sus dirigentes, cosa harto difícil por razones obvias del propio poder socialista.

 Y aunque algunos socialistas pretendan tergiversar las cosas, haciendo ver que mi oposición al PSOE se debe a una cercanía a CC o al PP, la única realidad es que obedece a las formas y a las tomas de decisiones, que tanto yo como la mayor parte de los ciudadanos rechazamos de los socialistas. Yo estoy en la misma línea del chiste que Ramón saca hoy en El Día, que dice “el año empieza con una noticia buena y una mala, la buena es que el PSOE sigue en la oposición, y la mala que el PP sigue en el gobierno”, y esto lo hago extensivo a CC. Lo único que me ilusionaría ahora sería un cambio profundo, nuevos partidos y nuevos políticos en el poder, con la honestidad como bandera, y todos los anteriores a la oposición.

 No me valen mensajes como los que se lanzaban desde dentro del PSOE en las pasadas elecciones, como vota a Rubalcaba porque si no llegará Rajoy, un mal menor que a mi no me sirve. Claro que vería a Rubalcaba con buenos ojos, pero sin el lastre de muchos socialistas impresentables, de izquierdas de carnet pero de derechas de hecho, bastantes de ellos en Canarias y en Tenerife. Tampoco me vale, es más lo rechazo con todas mis fuerzas, aquello que otros dicen “prefiero que me robe la izquierda que la derecha”, ¡muy lamentable! Aquí nadie tiene que robar, si algo puede ser más comprensible en ese terreno, sería “que nos roben los pobres antes que los ricos”, por básicas razones de supervivencia, ¡y ya ven lo que está sucediendo!

Por ahí hay demasiados socialistas con poder en plazas, con mandatos refrendados por mayoría en diversas legislaturas, que, digan lo que digan algunos militantes con objeto de justificarlos, no deberían de estar, ¿o es que las mayorías de Hitler en Alemania o de Jesús Gil en Marbella, por ejemplo, les otorgaban patente de corso para lo que fuera o les insuflaban valía u honestidad? ¡¡¡No, ni mucho menos!!! No olvidemos que a unos ciudadanos necesitados, es relativamente fácil contentarlos con ciertas iniciativas o favores para tenerlos en el redil, y no por ello los gobernantes son válidos, todo lo contrario. Y a partir de aquí las encuestas son engañosas, se trata de asquerosas formas para continuar recibiendo apoyo popular, suceda donde suceda, ya sea en La Gomera, en Tenerife o en Sebastopol.

 Al primer indicio de enriquecimiento de un político, en la medida que sea, procede mandar a parar, aparcar apoyos, investigar y, si se constatan irregularidades tangibles, cesar fulminantemente, y no invocar a la Justicia y a su veredicto final para la toma de decisiones, porque mientras tanto la bola crece, infecta y salpica a más personas. Son las formas honestas que magnifican a un Partido Político en cualquier parte, que en España no se hacen realidad presuntamente por aquello de tirar recíprocamente de mantas que, justo por ello, se intuyen demasiado manchadas. Limpia primero tu casa antes de exigir limpieza en las de los demás, esto, aunque de cajón, continúa sin hacerse efectivo por aquí y así nos va. Sólo con políticos honestos, conocedores y congruentes llegaremos a buen puerto, y NO TODO VALE a la hora de pactar. El INTERÉS GENERAL, que es el de la población y no el de unos pocos privilegiados, siempre debe prevalecer. ¿Logrará Izquierda Socialista forzar el cambio que el PSOE necesita para retomar el poder? Personalmente no lo creo, ¡SUERTE!

 © Cándido Quintana