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lunes, 13 de enero de 2014

PROSTITUCIÓN A CIELO ABIERTO

PROSTITUCIÓN A CIELO 
ABIERTO

EDUARDO SANGUINETTI
Javier Moya, español, ex cura y dueño con su mujer de un hotel en La Barra de Maldonado, La Posta del Cangrejo, donde han pernoctado muchos “famosos” y “famosas”, ha marchado preso, pues días pasados se descubrió que era un pedófilo consumado.

Se desató el escándalo al descubrirse una red de prostitucion y pedofilia que involucraba a chicas menores de edad obligadas a prostituirse en Punta del Este y que eran traídas de una ciudad del interior del Uruguay.

El poder macroempresarial tiene sus vasos comunicantes con los “proxenetas”, habilitados al comercio de prostitutas, “trata de blancas” o como se prefiera denominarlo, con total impunidad, desde sus simuladas empresas de contratar mujeres menores de edad, con la promesa de un futuro de éxito y trascendencia mediática.

En el último y atroz gobierno del Partido Colorado, hace una década, un promotor de modelos de apellido Dotto recibió una distinción de manos del presidente en ejercicio, una exageración megalómana y delirante.

Este acontecimiento llevado a cabo marca una bisagra, un punto de inflexión de un sistema decadente y disfuncional, en fin, un llamado de atención, pues queda un sedimento de memoria que nos lleva a meditar con huellas.

En el núcleo de este tema, la prostitución está asimilada al modo de vida de una nación y del mundo, devenida en una enorme organización con ramificaciones internacionales, que imponen códigos de comportamiento.

Es la única ley no escrita, que las prostitutas, sus explotadores, la clientela, conformada por todos los integrantes que conforman una sociedad hipócrita, que acepta y es cómplice en silencio, de todo el infecto negocio de mujeres, sujetos-objetos, comercializadas a “cielo abierto”.

Como “Indignado de la Cruz del Sur”, denuncio la ausencia de políticas puntuales y severísimas, para intentar terminar con la prostitución de nuestras niñas y jóvenes, del mercadeo de estas mujeres y de la aplicación de una ley penal especial y sin apelación posible, para quienes de una manera u otra estén ligados a la red, ya sea como consumidores o vendedores de estas esclavas, que pierden todo destino de vida, devenidas en convertirse en objeto de uso y abuso, en las prácticas sexuales de bestias que habitan en nuestro mundo, que pareciera ya no tiene límites en instancias escatológicas, como lo es la prostitución, con la indudable anuencia del poder empresarial, político y cultural, sin los cuales no podrían prosperar estas tendencias degradantes hacia nuestra especie.

Contra la bestialidad de un sistema enfermo…con sumo placer y deseo, reivindico al amor y la pasión hacia la mujer, denunciando a este sistema como cómplice de un holocausto en las sombras, donde se manipulan a sus antojo las existencias de miles de niñas y mujeres, tal el caso que nos ocupa hoy, de este señor de tercera edad, dueño de la que podríamos llamar la “Posta del Pedófilo”

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