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viernes, 22 de noviembre de 2013

Poniatowska se llevó el Cervantes

Poniatowska se llevó el Cervantes
DIARIO LA REPUBLICA
 “Este premio es una muy buena noticia para el periodismo, para las mujeres y para ‘La Jornada’”, afirmó ayer Elena Poniatowska en su casa de Chimalistac, en la ciudad de México, luego de enterarse de que fue galardonada con el Premio Cervantes de Literatura, considerado el Nobel de las letras en español.

Elena nació en París y se dejó adoptar por México, donde construyó su vida personal y profesional. Su obra no quedó encerrada en las fronteras mexicanas, sino que se extendió por Latinoamérica y el Caribe de forma casi natural.

El jurado valoró su brillante trayectoria literaria en diversos géneros, de manera particular en la narrativa y en su dedicación ejemplar al periodismo, siendo una de las fundadoras del periódico La Jornada.

Hay coincidencia del jurado y de los críticos literarios en que su obra fue un compromiso con la historia y las letras contemporáneas.

Con Uruguay tuvo siempre una excelente relación, que comenzó mucho antes que el exilio oriental llegara a tierra azteca. Junto a su esposo, Guillermo Aro, fue amiga de Líber Seregni cuando este visitó Puebla, antes de ser general del ejército. Luego ese afecto lo trasladó a los asilados políticos, quienes luchaban por la libertad de todos los presos políticos, particularmente por Seregni y el ingeniero José Luis Massera.

“Quiero hacer una fundación y creo que este dinero ayudará, para tener un local para la biblioteca y hacer talleres, darle mucha importancia a las mujeres. Tener un montón de cosas para darle énfasis a la cultura, sobre todo nosotros, que a eso nos dedicamos, a la educación y a la cultura”, fueron parte de sus primeras declaraciones una vez conocido el premio.

El escritor Emilio Pacheco definió bien su esfuerzo:

  
“Desde hace tiempo Elena Poniatowska merecía el Premio Cervantes. Tan activa hoy como cuando tenía 20 años, ha logrado compaginar el trabajo literario con el periodismo y ha hecho que se alimenten uno a otro. Su talento logró sacar a las mujeres de las secciones femeninas a las que eran confinadas por las publicaciones de entonces y las llevó a la primera plana”.
“La noche de Tlatelolco” es el libro de más impacto en nuestro país; en él se expone lo que fue el año 1968, cuando el movimiento estudiantil fue masacrado.

Pacheco reflexionó también sobre su obra, sosteniendo que “Si el arte, según Picasso, es una mentira que sirve para decir la verdad, muchos libros de Elena Poniatowska son ficciones que nos permiten entender las más hirientes realidades mexicanas. Por otra parte, en su conducta civil es una mujer muy valiente que no ha temido pagar el precio de sus convicciones”.


Por todas las razones expuestas, los uruguayos no podemos permanecer indiferentes y debemos sumarnos al regocijo de nuestros hermanos mexicanos por el premio otorgado, con toda justicia, a una mujer excepcional.

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