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jueves, 10 de octubre de 2013

LECCIONES DE LA HISTORIA ECONOMICA

LECCIONES DE LA HISTORIA ECONOMICA

L. Soriano
Loaysa explicó a su pupilo que no tenía derecho alguno sobre los bienes y la renta de sus súbditos de tal forma que pudiera tomarlos para él o transferirlos a otros. También le enseñó que si realmente la hacienda real estaba en apuros debía esforzarse en recortar los gastos y si aun así era necesario recaudar más, debía explicar el motivo a la ciudadanía para que esta decidiera voluntariamente si estaba dispuesta a pagar más impuestos o no. Juan de Mariana, quien a su vez aconsejaba a Loaysa sobre los contenidos de las instrucciones al príncipe, añadió que quienes sostienen lo contrario "son los charlatanes y aduladores, que tanto abundan en los palacios."

Como ven nada nuevo bajo el sol. Si los iletrados que nos gobierna a todos los niveles, y entre más arriba peor, tuvieran el entretenimiento de cultivarse o aprender de la historia, verían que ellos no tienen derecho a despojarnos de lo conseguido con nuestro enorme esfuerzo personal. Luego de haber pasado por la exprimidora fiscal, de las más elevadas del planeta, si no la más, si ponemos todo lo que se nos exige sobre la mesa, y no disfrazamos el esfuerzo fiscal total que se nos exige con tapujos y taparrabos, lo exiguo que nos queda, están dispuestos a rebañárnoslo. Que Individuos sin entrañas, que esto sí es una sorpresa. Sabíamos que no tenían cerebro, pero me negaba a hablar de "maldad". Como pueden estar sin pestañear, apacentándose ellos en el pesebre público, cerrando empresas, confiscando, embargando, subiendo impuestos, gasolinas, energías, tasas, Ibis, impuestos , basuras, aplicándonos legislaciones incluso extinguidas como hacen ciertos ayuntamientos, pero que según ellos nos afectaban hace 4 años. Como pueden haber hecho inservible todo lo que nos protegía de su voracidad, como se pueden considerar los silencios administrativos a favor de la administración. Como se puede legislar fiscalmente con carácter retroactivo. Como se puede, con la Ley en la mano despojar a cualquier ciudadano de sus escasas pertenencias, cambiar calificaciones urbanísticas consolidadas, aprobar los PGUs que dejan a la mitad de la población fuera de ordenanza, con lo que es discutible que se puedan si quiera registrar, comprar o vender. Y así sin fin de disparates con la única finalidad que mantener sus "gastos corrientes" y no tan corrientes. ¿Es que no hay nadie, ninguno con seriedad y cordura que pueda parar esto? ¿Son conscientes de que entre más nos entierren, mas tardaremos en salir de la tumba, los que puedan salir, que serán pocos?
A reflexionar,
Reflexiones L. Soriano

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