ALGO NUEVO, FACTOR NUEVO

ALGO NUEVO, FACTOR NUEVO

L.Soriano

Los que ya tenemos una edad, esto es , ya somos talluditos, o galletones, y peinamos porrón de canas los afortunados, ya que no en vano cana es pelo que no cae, y otros están en nivel 3 de entradas que son casi autovías, hemos pasado varias crisis, cuatro fuertes al menos, los que nos resistimos a llegar a los 60. Sin embargo aprendimos que de las crisis se salía echando horitas de más, reduciendo gasto suntuario, que se reducía a algún caprichito leve casi siempre, y ampliando el necesario e incluso el imprescindible, para ir más veces a más sitios, prepararnos a nosotros a o a nuestros hijos, pluriemplearnos, hacer multictividad , dormir menos y suspender vacaciones o festivos. Funcionaba oiga, y esa ha sido la fuerza de este país. Frugalidad, modestia y empeño de una mayoría por hacer las cosas bien y sin protestar, con alegría y disfrutando de nuestra esplendida naturaleza en vez de gastar en caras ordinarieces extranjeras o en inútiles trastos foráneos. Esas mujeres que salían de casa a trabajar para aportar a la renta familiar su montaña de arena luego de tener sus hijos limpios y su casa arreglada, ese sobreesfuerzo de los trabajos – malpagados muchos-pero que fortalecían la dignidad y estimulaban la esperanza en que nuestros hijos y quizás nosotros llegaríamos a vivir mejor.

Pues bien todo eso ha muerto, y enterrado está. El Temible Factor Nuevo, y no se dejen engañar por su nombre suave, es como un nuevo virus de la Peste Bubónica que asola economías, destroza familias, ilusiones, proyectos de vida y revienta planes elaborados durante años de esfuerzo y trabajo durísimo, sembrado de privaciones, de imposibilidad de disfrutar etapas de ocio y  para llegar ahora y que Administraciones insensibles dinamiten para su despilfarro incontrolado, tanto potencial creado con tenacidad y constancia.

Además es una disuasión a las nuevas generaciones, que están viendo que ese sacrificio de la unidad familiar para nada ha servido, ya que tener algo, una vivienda, un negocio, un trozo de terreno, ganado con privaciones y sacrificios, sólo sirve para ser un elemento embargable por el criterio de algún funcionario descerebrado y aplicador de normas con criterios variables que sigue “ordenes” de la superioridad que a su vez se siente presionado desde la picuda cúpula Gobernante.

Nos han creado un sistema “trampa”, del que no podemos escapar acurrucándonos en nuestras casas y gastando lo mínimo. El coste estructural de vida es altísimo cuando no se tienen ingresos o se tienen muy bajos,  y en zonas donde es imposible encontrar trabajo con cierta rapidez ya que los sectores están limitados y los empleos están muy penalizados.

¿Y para que se ha creado esto o porque se ha diseñado un sistema de esta manera?

La respuesta es bien sencilla, es fácilmente explicable y a la vista esta, de momento.Tenemos 5 Administraciones,La Europea, La Central, la Autonómica, los Cabildos o Diputaciones y los Ayuntamientos   que se  disputan los despojos de nuestros míseros ahorros para deglutirlo en: gastos corrientes incontrolados, viajes, sueldos, automóviles, comidas, dietas, comisiones-de servicio o no-, liberados, enchufados, sobredimensionados, y un largo etc., como un Gran Pantagruel  insaciable de hasta la última gota de nuestro sudor y sangre y ni aún así se sacia jamás. Sobran todas las Autonomías y 2/3 de los Municipios y todos los liberados de signo alguno, así como las subvenciones a Sindicatos y Patronales.

Pues este es el  FACTOR NUEVO, una auténtica plaga Egipcia o Bíblica, inmune a su autodestrucción o simplemente  incapaz  de dejar de crecer desmesuradamente. Reflexionen y noten que ningún político, de ningún partido ni estamento  que ustedes puedan conocer está en el paro ni ha dejado de ingresar su vergonzoso sueldo y pluses, como lo ha hecho una enormidad de población. Casi 5 millones contando formantes y autónomos, que extiende  a mas de 15 millones de españoles su miseria, ya que la media de dependencia o de personas que dependen de un parado es de al menos 3 seres humanos.

Tenemos que encontrar una fórmula para eliminar la plaga. Querría, desearía y rogaría que fuese de la manera más suave posible, la más civilizada sería que ellos se desconectaran voluntariamente de la UBRE administrativa, pero eso, estarán conmigo, no va a pasar, en ninguno o en minúsculos casos. Entonces habrá que subir el tono, evitando siempre la violencia, pero con la suficiente energía. Y no sé si eso será posible, la verdad, soy absolutamente escéptico.

Virus nuevo, Factor nuevo, vacunas nuevas, o si es necesario, cirugía.

A reflexionar, despacio.

Reflexiones L. Soriano