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domingo, 10 de marzo de 2013

EDUCACIÓN DE PRIVILEGIO


EDUCACIÓN DE PRIVILEGIO

Eduardo Sanguinetti
filósofo rioplatense

Ante el estado de la educación, como está planteada desde hace décadas por los burócratas del pensamiento y los poderosos del sistema neoliberal, que decidieron crear un sistema “anti-educativo-anestésico” (así lo denomino) accionemos ya, nosotros los ciudadanos disidentes, pues deviene en la urgente necesidad, hoy, de formar a los educandos, capacitándolos para la incertidumbre que plantea este milenio y no deja de ser una simulación de una historia, de la que somos espectadores sumisos, ante la degradación y caída de la educación, en términos de relación y conocimiento.
 Se trata de preparar nuestras mentes para el combate vital por la lucidez, y eso significa que hay que estar siempre buscando cómo conocer el propio acto de conocer, haciendo de lado privilegios que reciben legisladores bien rentados, parásitos, que ya no se representan ni a sí mismos, en nombre de la democracia y el orden vetusto que ya no tiene espacio, para quienes somos herederos legítimos de una tradición donde el conocimiento implica responsabilidad y el pensamiento tenga un sitio de honor en la vida de nuestra comunidad.

Hoy estamos capacitados para asumir esa responsabilidad, enfrentando al sistema imperante, dotando a nuestros maestros y profesores con vocación y en servicio, de un sueldo acorde a la magnitud de su entrega, es decir asimilando el sueldo de un docente al del legislador, o viceversa, pues simplemente es ético y se impone; creo que la mayoría de la comunidad estará de acuerdo con esta propuesta que desea una formación de excelencia para sus hijos.

El presidente José Mujica dio un ejemplo, replicado en el planeta, con la donación de su sueldo y dejando de lado privilegios, aplaudido por todos, imitado por nadie, en ambas márgenes del Río de la Plata. Todos estos funcionarios suman activos incorpóreos, para que los acompañen en la eternidad célibe de faraones del tercer milenio.

“Enseñar la condición humana debería ser el objeto esencial de cualquier sistema de enseñanza”, y eso pasa por tomar en consideración conocimientos que se encuentran dispersos entre varias disciplinas, como las ciencias naturales, las ciencias humanas, la literatura y la filosofía.

Hay que aprender a navegar en el océano de las incertidumbres a través de los archipiélagos de las certezas.

La comprensión es tanto medio como fin de la comunicación humana, por lo que no es algo que la educación pueda pasar por alto. Para eso, es necesario internalizar que el rol del educador con vocación es una entrega y donación de suma importancia en la formación de un proyecto de vida y de país.

Debemos salvaguardar a profesores y maestros, para que puedan instruir a nuestros hijos, anteponiendo la grandeza y el sentido común, que creo aún tenemos. Con la educación de nuestros niños no se juega, y pareciera ser la norma, puesta en acto del espectáculo que gobiernos de todos los colores, año tras año, con excusas y justificaciones cobardes y oportunistas, hicieron colapsar el sistema educativo.

El pensamiento complejo es una unión entre simplicidad y complejidad, lo que implica procesos como seleccionar, jerarquizar, separar, reducir y globalizar. Se trata de articular lo que está disociado.

Espero que esta columna inspire al lector a seguir viviendo, educando, transmitiendo desde el sitio que ocupa hoy en esta pobre sociedad degradada: “poéticamente y con sabiduría”.




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