CANIBALISMO Institucional
L. Soriano
El canibalismo es la acción de alimentarse
de miembros de la propia especie. Puede parecer horrible cuando uno está
sentado ante una buena mesa bien servida de suculentas viandas. Sin embargo
desde casi todos los animales, pasando por
las tribus Caribe de donde viene la acepción, que lo practicaban con
profusión y alegría, cuando no con absoluta normalidad, hasta los obligados de
accidentes o aislamientos forzados, muchas veces en la historia del mundo, se
ha venido realizando. En cuanto a humanos se refiere se llama antropofagia,
pero aquí no vamos a hablar de fagocitar a nadie propiamente dicho sino de otra
clase, muy peligrosa también aunque parezca y sea bastante menos cruenta.
El Canibalismo Administrativo o institucional,
se produce siempre que hay una crisis profunda. Suele ser piramidal, de arriba
abajo, de norte a sur, aunque a veces el que pretende canibalizar a los que
cree más débiles o con menos apoyos, se equivoca y es él quien sucumbe en la
pelea y acaba engullido. El Jefe
natural, el ficticio, o el real, prescinde de los que ponen en peligro sus
canonjías o sinecuras, sus sueldos, dietas, emolumentos y privilegios e incluso
su supervivencia física y económica,… y les suelta la mano. Casi siempre el
canibalismo institucional empeora las cosas, y la situación económica, pero
sobre todo provoca la “defección” de los adeptos o allegados. “Clientes”
llamaban en la antigua Roma. El Cliente o “Cliens” de “Cluere” o acatador,
obedecedor, se asociaba a un “Patronus” y ponía
su voto y sus servicios a cambio de ayuda económica y protección. Como
ven, nada nuevo bajo el sol y les ahorro este común latinajo al menos. Estos
Cliens cuando son apartados del abrevadero o dornajo, suelen cabrearse como
mínimo y, algunos, “tiran de la manta”. Así pues estamos asistiendo a los
preliminares, a los prolegómenos, de lo que vamos a saber, y aunque nos
horroricemos por las primeras cifras que van apareciendo de corrupción, y
amiguismo grandiosas, nos debemos
preparar para que a poco nos parezcan ridículas. La que nos espera.
Nadie
escapa del Canibalismo administrativo o institucional. Desde que deja de
fluir la coima, el “convoluto”, la mordida o el favoritismo, los canales por
los que fluyen las relaciones se estropean y se deterioran. Algunos saltan de
barco como ratas, o cambian de bando, otros denuncian a sus “benefactores” y
otros simplemente van a por ellos. Se desorganiza la cadena y las lealtades se
rompen.
Por eso, mucho lamentaría que se me
malinterpretase y se me acuse de falta de sensibilidad, pero creo que cuanto más abajo caigamos mejor
será. Nos desprenderemos de las garrapatas que saltaran de huéspedes o morirán
en el intento, nos enteraremos de casi todas las miserias de nuestro sistema
insostenible, y quizás, aprendamos algo por unos años al menos. Definitivamente
no, porque cuando dentro de 20 años o más esto se normalice si cabe, se volverá
a dar más de lo mismo. Porque no queremos aprender. Para terminar les digo,
anímense, esto es mejor que una guerra. Que es como acaban generalmente las
grandes crisis económicas. Si conseguimos que con un despiadado y total
canibalismo Administrativo, evitar una guerra y disfrutar de unos años de
tranquilidad hasta que vuelvan, algunos ya no lo volveremos a ver, los que lo
recuerden lo frenaran seguro y el
desastre será mucho más benigno que un conflicto mayor.
A Reflexionar.
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