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martes, 18 de diciembre de 2012

Gasto Publico... pero y el Social por L. Soriano


Gasto Publico... pero y el Social

L. Soriano


Lamentablemente el dicho alemán de que político veraz no gana elecciones, es más cierto aquí que allá.

Establecido esto, y no pudiendo cambiar lo inmutable, solo debemos de resignarnos, ya que al fin y al cabo, lo único que al parecer hacen ciertos políticos, demasiados al parecer y por desgracia para nuestra democracia, prosperidad y bienestar, es decirle a la gente lo que ésta quiere oír.  Aquí decirle a la gente que tiene que trabajar, que tiene que colaborar, que tiene que reducir, ahorrar,  aumentar productividad y que cuando hay síntomas de que va a ocurrir una crisis hay que tomar medidas como el navegante que ve nubes en el horizonte y se apresta a asegurar los cabos, no está bien visto.

La gente quiere que se le garantice de todo, que se le diga que a ellos no les va a coger ese toro por muy descuidado que se esté. Eso es ser positivo optimista, dialogante, y “de buen rollito”. La disciplina, la austeridad, la prudencia y la objetividad es “fachenta” y crispadora.

Bueno este es un país donde existen decenas de miles de “liberados” de los sindicatos, a quienes tenemos que mantener como si trabajaran. Los empleos improductivos se engullen unos porcentajes enormes de los presupuestos. Los famosos gastos corrientes. Claro, quien sabe, quiere ser de ese tipo de ciudadano, impune y carente de responsabilidad en cierto sentido. La inmensa mayoría jamás ha conocido la “presión de la producción y del despido”. Y además, el día 28 de cada mes, vuela un “wire” del Banco a su cuenta con una precisión pasmosa que apenas dura unos segundos, anegando las cuentas de los suertudos, y que no falle, ya que en ese caso, las monumentales son las menores de las broncas y mayores a medida de mayor cargo. Cualquiera de los no elegidos para ese blindaje en tiempos de crisis, tiene que producir, fabricar, transportar, embalar, comprar, vender, cobrar, pagar impuestos y de lo que quede, si queda, comer.

Un proceso enormemente más largo que el chispazo de la transferencia sin duda.

Es por eso que se les importe verdaderamente una higa lo que le ocurre a quien San Pedro no se la bendijo, ya que creen que ser empleado por cuenta ajena, autónomo, agente comercial, profesional liberal o empresario, es para seres inferiores.

Pues sí, el gasto Público debe de aminorarse, al menos en lo que respecta a gastos corrientes. No tanto en gasto en infraestructuras y obra civil, pero todo lo que se pueda y más en lo no imprescindible y que no produzca o aporte riqueza real a la economía en crisis y que colabora a sacarla de la atonía o recesión si esta llegara a darse.

El gasto Social subirá sólo, las peticiones de prestaciones se multiplicarán y habrá que atenderlas. La recaudación bajará, las empresas que puedan donde puedan, se sumergirán y se dejará de pagar indirectos, incluso de carburantes cuyo consumo bajará indudablemente, ya que lo que hay es lo que hay, y no cae del cielo ni se genera por espontánea.

Dígase la verdad, enséñese la realidad por cruda que sea, solicítese y practíquese la austeridad más estricta, y anímese a trabajar más y a producir más y a investigar más.

Predíquese la disciplina, la prudencia, el ahorro y la autofinanciación, e invítese a preparar a nuestros hijos en tareas, trabajos, o profesiones que nos hagan inmunes a crisis venideras, con ahínco, esfuerzo y tenacidad.

Entonces, menos demagogia barata, pregonando la defensa de “lo social”, y conseguir mas actividad económica más empleo y más recaudación corriente, que entonces se necesitará menos prestaciones, y aumentarán los ingresos, con lo que se podrán atender más necesidades, estas si, sociales.

Sé que no les va a gustar.

A reflexionar.



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