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miércoles, 21 de noviembre de 2012

ACOSADOS Y ASUSTADOS.L. Soriano



ACOSADOS Y ASUSTADOS.

 L. Soriano

Este país nuestro, donde hasta hace poco era imposible vivir mejor, se ha convertido en un infierno para los residentes permanentes sin posibilidades de escape. Como de una dictadura comunista de las más aberrantes, somos como peces en una bañera donde la secta que nos gobierna caza a placer. Dice nuestro ilustre amigo Javier Ybarra. “Cuando los políticos se ponen de acuerdo para anteponer la parte personal a la general, surge la Secta”.    Así pues cuando  me refiero de este modo a ese medo millón de “ruleros” que maneja nuestros impuestos, no creo estar ni exagerando ni crispando.          Es simplemente que nos han perdido el respeto y nos toman como a “comida barata”.

Actualmente vivimos asustados ante el acoso de la secta, de una manera que nos crea una angustia vital vivir en este país si no perteneces o te sometes a ellos. Tienen el poder de arruinarte la vida, de juzgarte, embargarte, aplicarte la Ley vigente adecuada a sus intereses, desahuciarte, asaltarte las cuentas bancarias y expoliarte de todos tus recursos. Con toda la parafernalia y el apoyo de las “instituciones” contaminadas”, en poder de sus co-religionarios, parientes, y próximos.

Lo peor no solo es quien aplica las Leyes, sino las Leyes que aplican, hechas a la medida para la indefensión más abyecta, con paralelismos sangrantes con autocracias criminales. Cada vez que nos llaman al teléfono a una hora rara, nos entra ansiedad, cada vez que llega el cartero, nos abruma la angustia esperando la notificación confiscatoria, cada vez que salimos a divertirnos nos sentimos perseguidos por las necesidades de recaudar de las administraciones. Debemos darles cuentas al comer, al beber, al fumar, al comprar, al vender, al cobrar y al pagar. Debemos cumplir normativas incumplibles y desalentadoras, y nos aplican leyes civiles, fiscales y mercantiles que se extrapolan de otros lugares donde las estructuras las permiten seguramente, pero que aquí no tienen absoluta cabida.                 Somos prisioneros de sus BOC,s o de lo que quieran cambiar de las Leyes desnortadas que elaboran, con decenas de refundidos, modificaciones y cambios para canalizar la recaudación salvaje sin contrapartida visible ni rigor en el gasto.

Si se fijan, nos advierten y nos convencen de que “los servicios hay que pagarlos”. Es cierto. Lo que ocurre es que se los pagamos a varias administraciones y varias veces. Porque deberíamos responderles que ya pagamos seguridad social, además de la que pagan por nosotros, casi un 40% de nuestro salario. Pagamos los autónomos, módulos, Impuesto de sociedades, Impuestos sobre la renta, Impuestos sobre el consumo, sobre combustibles, sobre comunicaciones, impuestos de importación, y una retahíla mas, que no sabemos bien a donde van. Ya que entre otras cosas, vienen las Administraciones locales y nos cobran Ibis, rodajes, basuras, donaciones, sucesiones, Incremento de valor de los activos, y las reclamaciones por estimaciones de valor de los inmuebles y demás. Sin contar las multas, a veces sangrantes absolutamente recaudatorias. Y lo de antes, ¿dónde va?

¿Creen que en este país se puede vivir, cuando la secta y unos pocos millones de privilegiados, por disfrutar de prebendas no extensibles a todos los españoles en general, son los únicos que pueden vivir con cierta holgura y los demás al crujir de dientes?                                                                                      Yo creo que hay dos países paralelos, ya que las cuotas, las tasas, las minutas u honorarios tasados, todos los precios “oficiales” en general  no contemplan retroceso. Y la solución que encuentran los gobernantes es acosar y asustar.   Acosando a los ciudadanos hasta extremos muy complicados y asustando a emprendedores, a gente con iniciativa y a quienes pueden aportar algo a la sociedad. Los más expuestos a la voracidad son los que más han ahorrado, mas han producido, mas han cotizado y eso se refleja en que tienen alguna propiedad o recurso a su nombre que es fácilmente expropiable.                          Yo soy incapaz de entender tanta estupidez y tanta mezquindad.
                     A reflexionar


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