Lo siente mucho, no volverá a ocurrir (lo de la cadera)

Lo siente mucho, no volverá a ocurrir (lo de la cadera)

Canarias, 19 de Abril de 2012. Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario. Standard & Poor's (S&P) ha rebajado la nota a la deuda de la pp-trolera, perdón, de Repsol, un escalón (de BBB a BBB-) y lo deja así a un solo paso de considerarla 'bono basura'.

Fue un canariñol, para vergüenza y oprobio de todos nosotros, nombrado ministro de industria y para disimular, energía y turismo, del gobierno metropolitano español, el que, saltándose a la torera, nunca mejor dicho, la jurisdicción internacional, concretamente la Convención de Montego Bay de las Naciones Unidas sobre derecho del mar, quien autorizó a la PP-trolera realizar prospecciones en la franja marítima que va desde las 6 hasta las 42 millas en las aguas del Océano Atlántico frente a las costas de Titerroygacat (Lanzarote) y Maxorata (Fuerteventura).

Se da la circunstancia de que Canarias, al ser un archipiélago administrado por España, o sea una colonia, no tiene aguas jurisdiccionales y la jurisdicción internacional le reconoce a España doce (12) millas alrededor de cada isla, ni siquiera 12 millas alrededor del perímetro que envuelve al archipiélago, por lo que la citada autorización claramente infringe la Convención sobre el Derecho del Mar, aunque el ministro y el gobierno entero intenten colar la trola, a ver si cuela, de que España tiene jurisdicción en la mitad del mar que separa a Canarias de la costa continental africana, reconociendo al menos, siquiera sea indirectamente, que cuando conviene no somos el extremo sur de Europa, otra interesada trola. El reino de España hace aguas o al menos lo intenta, a falta de petróleo.

El señor Margallo, ministro de asuntos exteriores del gobierno metropolitano español (más conocido como el calvario-obviamente nos referimos al gobierno-), declaró ante la prensa que “Argentina se ha pegado un tiro en el pie”, no quedando claro si ha sido un lapsus, pues hasta donde llega nuestro conocimiento los países no tienen pies y algunos ni siquiera cabeza, o se ha confundido el denominado Margallo con el disparo sufrido por el menor Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón, nieto de Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, que también recientemente ha estado de cacería en Boswana, pero al parecer en esta ocasión sus disparos fueron contra elefantes y leopardos, donde se paga por matar.

El precio de la muerte de los animalitos

Las tasas de la muerte,  establecidas por el Gobierno de Botsuana, correspondientes a 2011, en el caso del elefante, eran de 4.000 dólares por la licencia y entre 5.000 y 15.000 por animalito abatido. El búfalo se quedaba en 1.000 y 3.000 respectivamente, el avestruz en 200 y 500 dólares y el Órix en 500 y 1.000 dólares.

Para la agencia Arena Hunting la caza de un elefante mediano ascendería a 28.750 euros sin contar los gastos extra en que pudiese incurrir el cazador. Cantidad similar e incluso inferior a otras muchas agencias del sector. Un cazador contactado por periódico el Mundo, que prefierió no revelar su nombre y que ha cazado elefantes en Botsuana asegura que, gastos diarios aparte, matar un elefante en dicho país cuesta entre 20.000 y 30.000 dólares según su tamaño.

En Rann Safaris -cuya página web dejó de estar disponible minutos después de darse a conocer el accidente del rey de España-, donde presumen de tenerlo como cliente, un safari de 14 días con un elefante como objetivo cuesta, tasas incluidas, 45.250 euros. Precios, en cualquiera de los casos, para una selecta minoría.

Juan Carlos Alfonso etc., se rompió una cadera durante el mal denominado safari. Cuando recibió el alta médica en la metrópoli pronunció un lacónico “Lo siento mucho, no volverá a ocurrir”, sin que quede claro el enigmático mensaje, al no especificar ni el motivo del pesar ni tampoco que es lo que no volverá a ocurrir, aunque lo que mejor cuadra con la descripción es la fractura de la cadera ¡Cuidese, majestad, son dos las caderas!

Distractora propaganda

El gobierno de la metrópoli española ha amenzado a Argentina con medidas apolcalípticas, acusando a dicho país de nacionalizar una empresa española, como si los antecedentes de YPF no tuvieran su origen en el descubrimiento de petróleo en la zona de la ciudad argentina de Comodoro Rivadavia en 1907 y además como si los argentinos no hubieran dejado de ser españoles  el 9 de julio de 1816, próximo a celebrarse el 196 aniversario, cuando el congreso de Tucumán tomó la decisión de romper los vínculos de dependencia política que los gobiernos locales tenían con la monarquía española.

En la venta de YPF a Repsol, siendo Menem presidente de Argentina, intervino por España el Jefe del Estado, Juan Carlos I, y según la senadora argentina e hija del que fuera presidente de YPF, Don José Estenssoro, María Eugenia Estenssoro “en esta venta forzada y agresiva de YPF que promueve el gobierno de Menem sólo hay motivaciones mezquinas, de corto plazo, y como muchos me dicen, ‘de bolsillo’” (ver enlace adjunto).

España no sólo está intentando sustituir a Argentina en el G-20 para dejar de ser un invitado de piedra en el mismo, sino que pretende reembaucar en sus aventuras colonialistas tanto a los Estados Unidos de Norteamérica como a la Unión Europea y que  asuman su planteamiento colonialista con respecto al Estado argentino.

A la calificación del bono basura por parte de S&P hay que añadir que la prima de riesgo de España superó ampliamente los 400 puntos, muy por encima del índice alcanzado por Grecia cuando pidió el rescate y la Bolsa de la metrópoli se desplomaba por debajo de los siete mil (7000) puntos ¿Será necesario y suficiente desviar la atención del respetable?