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sábado, 4 de febrero de 2012

OUTSIDERS, Por L.Soriano


OUTSIDERS
L.Soriano

El término Outsider identifica algo en la periferia de las normas sociales, alguien que vive aparte de la sociedad común.                                                           Les confieso que cada vez estoy más con los insumisos, los antisistema, los objetores y con todos los que tratan y apoyan el derribo de este modelo-sistema, dizque de “bienestar” que se sirve de la burocracia para fortalecer el/los partidos y el Estado, creando, así, una nueva clase social privilegiada: la nomenclatura. Esto es “Ellos”. Como si de una Cosa Nostra se tratara, como si de las “Famiglias Sicilianas”, se reparten el sudor de nuestras frentes y el jugo de nuestros trabajos o negocios, en aras de darnos una seguridad, física, jurídica, sanitaria, cultural y administrativa.
En mi sueño plasmado de la Comunidad Intergaláctica del 2500, que muy probablemente no llegare a ver, en cuerpo mortal o desde este lado de esta dimensión al menos, creo que el mundo ya habrá solucionado esta cuestión, si es que consigue sobrevivir la humanidad. Son “solo” 500 años y si nos destruimos no habrá habido tiempo para que otra especie o mutación tome el control. Sin embargo lo que más me entristece de mi sueño, es que de ninguna manera aparece el termino democracia afianzado por Pericles, con las limitaciones del periodo en que vivió. Aristóteles tenía sus dudas cuando afirmaba que “la creación de un orden para un número infinito seres humanos es una tarea para el poder divino”.
Debemos pues empeñarnos en una dura tarea que no servirá para nosotros ni para nuestros hijos ni nietos, pero que servirá para la humanidad en general. Para que sobreviva y para que prospere.
Si el comunismo ha resultado el más estrepitoso de los fracasos de los intentos de organización humana mas allá de, y junto a los absolutismos aberrantes; si estamos convencidos de que la democracia y la libertad es lo que debe de acontecer a la humanidad entera para que prospere, sobreviva y haga sostenible este u otros planetas que habitemos de grado o a la fuerza de la necesidad, debemos interrumpir la deriva hacia las dominaciones capitalistas o hacia las colosales corrupciones que es a donde hemos llegado en nombre de la libertad de elección. Esa Nomenklatura que domina el mundo entero, basada en la Teocracia, la Partitocracia, o La Dictadura del signo que sea, según el sistema donde se halle inmerso, debe de diluirse o   hacer posible la existencia del resto de los habitantes del planeta. No solo debe de tener metas elevadas y desinteresadas, sino mirar al futuro, a largo plazo en la toma de decisiones.    En caso contrario, nos enfrentaremos a lo peor, que incluirá nuestra posible destrucción, cuando ya creíamos estúpidamente y siguiendo a Fukuyama, que habíamos resuelto el problema o estábamos en el camino. A reflexionar.

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