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martes, 10 de enero de 2012

INGENUIDAD , por L.Soriano


INGENUIDAD
L. Soriano
Sinceramente no me considero un ingenuo. Quizás generoso en exceso, y no por las causas que me gustaría según un crítico bastante acerado que tengo. Sin embargo, sigo esperando la descarga de la artillería, el bombardeo asolador, la madre de todas las reformas que se tendrán que producir en cascada y como cataratas, que inundaran los predios de la insensatez actual y se llevara por delante a centenares de miles de manumitidos, enchufados, apesebrados, subvencionados, improductivos y parasitarios de todo tipo, genero y condición. En el reflujo además, se harán inviables los proyectos megalómanos pero inútiles, corrupciones sin tino de los ahítos de tanto latrocinio, que son incapaces de encontrar refugio a tanto botín al estar hasta La Tortuga llena a rebosar.
Aun lo espero. Creo que nos están macerando para que el efecto sea mayor. Para que cuando ya no estemos esperando nada, que hasta los más fieles crean que han sido violados, engañados  y confundidos, cuando ya estemos al borde de la desesperación, aparezca el Comando Rajoy, con sus planchaditos uniformes y sus engrasadas leyes, reformas y recortes, como el 7º de Caballería al rescate de esta desolada, desnortada y desesperada sociedad, y nos salven de una vez y para siempre de la impresionante ola que nos va a engullir.
No puedo ni siquiera imaginar que quieran “pasar página”, no “crispar”, seguir con lo “políticamente correcto”, y no cambiar nada que nos beneficie.   No cambiar la Ley electoral, ni la elección de los Jueces, ni las mayorías cualificadas, ni los gastos de las Corporaciones con las objeciones de los interventores, ni la reforma de la Administración, ni la de los autónomos, ni la desaparición de los liberados, ni de las asignaciones a Asociaciones empresariales, sindicales ni de ningún tipo, de los sueldos de los parlamentarios ni del Senado, ni los Ediles ni los Autonómicos derroches;        en fin todo lo que nos interesa.  Que quieran intentar sacarnos la ultima  sangre para llenar el botijo sin reparar los agujeros. Que los esfuerzos sean solo para nosotros. Que lo único que se les ocurra sea subir impuestos, retenciones,  asfixiarnos fiscalmente, acrecentar- si es posible- la indefensión fiscal, tratarnos como niños a unos y como delincuentes a todos, no dejarnos ni guardar nuestro dinero, ni gastarlo, ni pagar con billetes de curso legal. Eso y más, me llena de estupor y sentimiento.                                                                                   Esto no puede ser y además es imposible. Llámenme ingenuo pero yo espero y esperare a que se nos “manifieste” Rajoy  desde su escondite y le haga un favor a este país, a sus ciudadanos y a las generaciones futuras-para eso se le ha entregado el cómodo mandato- cambiándolo todo y esta vez sí, que no se reconozca el país que hemos tenido hasta ahora y que una manada de inútiles nos han dejado, ni por la madre que lo pario.              A reflexionar

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