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jueves, 5 de enero de 2012

DESMONTAR , POR L.SORIANO


DESMONTAR
L.Soriano
La más ingente labor que tiene este Gobierno nuevo que las urnas han votado es Desmontar el sistema que el socialismo ha creado.                                              Bueno, espero que este “a bocajarro”, políticamente incorrecto no les haya hecho perder la capacidad de reflexión y, al menos, me permitan explicarlo.
El sistema socialista, adjetivado, disfrazado o maquillado, totalitario o de dudosa naturaleza y apariencia democrática, ha fracasado siempre, en todos los países donde se ha aplicado; ya sea el sistema que fuese el que se hubiese dejado seducir por sus dogmaticos, demagogos y a veces perversos predicados. Aquí no iba a ser distinto .  No crean que no pueda admitir que haya personas de buena fe y alguno con cierta conciencia y fascinación por un sistema como el socialista. Sin embargo, al menos en lo que se refiere al español, apodado Obrero, no entiendo a sus votantes.  Hay otros socialismos peores, mucho peores, es más, en estos momentos solamente hay dictaduras de dos tipos, o Teocráticas o Socialistas. Todo el mundo a su alrededor ha avanzado menos ellos y, con una casualidad y afinidad sospechosa, se entienden magníficamente. Los Pseudo democráticos, los Teocráticos y las Dictaduras. Tampoco voy a proclamar aquí que la democracia haya que inocularla en vena a nadie, y menos obligatoriamente, pero el dato de que pocos países democráticos pelean entre sí más que con la dialéctica, fuera de los foros internacionales, ni se declaran la guerra casi nunca, me hacen seguir creyendo que de momento es lo más parecido al mejor de los sistemas.                                                                                                 
Volviendo al meollo de mi intencionalidad, el mayor reto titánico es, que este gobierno u otro que hubiese salido triunfador en las pasadas elecciones, se habría enfrentado al desmonte de todas las disparatadas actuaciones del PSOE; ya que desde que accedió González al poder donde estuvo una eternidad cometiendo arbitrariedades de todo tipo, y que Aznar no pudo desmontar por tener que dedicarse a resolver el desastre que le dejaron, nos dejaron, en  “lo económico”, y por pánico escénico también, que no crean que no lo voy a comentar, por terror incontrolable a Polanco y a la “falsa hegemonía moral de la izquierda”.Esto lo imposibilitó y lo que le hizo caer en la terrible trampa de “pasar página”, para que no tildaran de purga lo que el deber y la sensatez le imponía, y que nos llevo al 11M. ¿Les suena?                      Estamos otra vez ante el mismo asunto. Lo urgente es la reactivación económica, que nos han dejado, no en la ruina, sino en lo siguiente,esta claro,  pero lo importante es desmontar con retroactivismo palmario, todas y cada una de las disparatadas, populistas, absurdas y devastadoras actuaciones de unos gobiernos sectarios, inútiles y disgregadores, a la vez que fomentadores de lo peor de nuestra condición y sesgo. Como se le ocurra al nuevo “pasar página” otra vez,  desapareceremos como Nación, y como país. Quizás no inmediatamente pero solo será cuestión de tiempo y corto.                                Cierto articulista hablaba estos días de que los pirómanos impedían a los bomberos apagar los fuegos provocados, como reflejo de nuestra situación.Brillante descripción de nuestra situación actual.                                 Encima estos que entran les dan palmaditas en la espalda a los que salen con las manos llenas de suciedad, les felicitan y hasta les condecoran, que mira que condecorar a Chaves. Pero esto es la política basura que esta enquistada y es lo que debemos desmontar y desterrar.
Desmontar el sistema socialista, de falsa orientación social, donde sus dirigentes más preclaros, bajo las siglas de Obreros hacen inmensas fortunas, y crean situaciones por acción u omisión, que va a costar todos los esfuerzos y más para volver a la normalidad, aunque nos lleve 30 años, es de prioridad absoluta. Desmontar a sus manumitidos, a sus medios sesgados y solamente a flote con el dinero regado de nuestros impuestos y de actuaciones alegales y partidistas, volubles pero predecibles, es algo que hasta Hércules, que afrontó sin ploros los más penosos trabajos, habría rehuido aterrorizado sin duda.              A nosotros nos toca.                       A reflexionar.

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