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sábado, 12 de noviembre de 2011

ISLAS e Isleños.-

ISLAS e Isleños.-

L. Soriano

El nacer y vivir en una Isla, marca y condiciona. Claro que, hay Islas e Islas. Las Hay enormes como continentes, las hay grandes como El Reino Unido, las hay chiquitinas, como en la Micronesia, Filipinas o el archipiélago Chinijo y hasta peñones como el de Vélez de Gomera u otros a miles. Tratemos de colocarnos en un tamaño medio, y situemos la historia en islas como las Pitiusas, o las de Macaronesia.

Bien, económicamente hablando, trabajar, crecer, desarrollarse y expandirse en una Isla es más complicado que en un continente. Las fronteras las marca generalmente el mar y los transportes entorpecen y encarecen el tránsito de personas y mercancías, así como el flujo de todo tipo de relaciones entre los pueblos y países. Normalmente no se crean consorcios industriales sólidos.

Generalmente, y dadas las nefastas políticas aplicadas por la mayoría de la clase dirigente, únicamente preocupada de rapiñar lo que más puedan como en otras épocas lo hacían otro tipo de caciques o absolutistas, pero con idéntico o peor resultado, las Islas han abandonado sus habituales formas de vida para encarar un modelo insostenible y de altísimo impacto ecológico, social y económico. Así, se han abandonado los campos de cultivo, se ha destruido la cabaña ganadera, y se han olvidado las costumbres y modelos de vida naturales y renovables. Se ha depredado territorio, cultivo, regadíos, acuíferos, recursos naturales y humanos. Se han llenado los territorios y las aguas de basuras, de construcciones innecesarias y de un exceso de población que en una crisis y sin respaldo familiar, se ven abocados a la miseria, a la delincuencia y en el mejor de los casos al retorno.

¿Sabían que en un Archipiélago como el Canario, se produce solamente el 10% de lo que se consume en alimentos, en el siglo XXI. Así que si por causa cualquiera, remota pero no imposible, guerras, catástrofes naturales, conflictos cercanos o de cualquier índole, se nos bloqueara o imposibilitara la entrada de mercancías, tendríamos comida únicamente para unas pocas semanas? ¿Y se han preguntado el porqué de esta falta de previsión y mala gestión? Evidentemente los beneficiarios de esta nefasta política de hace muchos años, no son los Canarios en general, pero si un grupo en particular. Y, si bien pero empeorada en los últimos treinta años, la política de desbroce, se está llevando a cabo hace mucho tiempo, no hay nadie, parece, con capacidad para razonar en positivo y rectificar en estos momentos.Siguiendo este razonamiento, el haber aceptado establecer una Autonomía, existiendo y no disolviendo previamente los Cabildos, y recibiendo competencias en materia de Sanidad, Educación, Justicia, y Recaudación fiscal sin poder ni saber desarrollarlos, y siendo además esta Autonomía un cáncer inextirpable de derroche, amiguismo y mala gestión, la 4ª hambruna canaria está servida, y la emigración será nuestro único destino.

Como conclusión, en las Islas y entre más alejadas peor, no se pueden aplicar las políticas fiscales confiscatorias y asfixiantes que quizás y solo quizás, se pudieran aplicar a otro tipo de territorios. Es como si se le aplicara a una empresa de 5 empleados, el mismo convenio que a Telefónica, cosa que ocurre, es así de nefasto y habrá que cambiar definitivamente. Así como el conseguir la autosuficiencia de abastecimiento y el cese del impacto territorial.

Lo que está ocurriendo tributaria y normativamente en este tipo de Islas es despojo de la ciudadanía por la casta política y parte de la funcionarial, sin tener en cuenta absolutamente nada más y solamente que su interés. Y no tengo más que decir. A reflexionar.

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