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domingo, 27 de noviembre de 2011

EDITORIAL:"HISTORIA POR DECRETO"

“HISTORIA POR DECRETO

Eduardo Sanguinetti, Filósofo

"El Gobierno dio un nuevo paso en su particular manejo de la cultura. Por decreto, creó el Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego que dependerá de la Secretaría de Cultura, se financiará con fondos públicos, entregará premios y becas y estará a cargo de una comisión directiva que encabeza el historiador Mario "Pacho" O'Donnell..." manifestaba en su faz virtual, el diario 'burgués' La Nación de Buenos Aires, días pasados, de modo inmediato al leer esta noticia, decidí escribir esta columna a modo de testimonio escrito, autobiográfico: un 'acto de vida', en desfavor 'del montaje de la historia', que configurará un pasado, perentorio, oportunista, innecesario, falaz y sobre todo simulado hasta el hartazgo, por los intentos de dar legitimidad a la ficcionalización de la historia, de 'nuestra historia', muy incómoda quizás, fraguada en el fogón de los discursos reduccionistas, de las ideologías de ocasión, presentes en los autodenominados historiadores rentados por el poder omnímodo, conformado por un grupo de funcionarios, que intentan, sin pudor ni resistencia de un pueblo anestesiado, inmortalizar acontecimientos que jamás ocurrieron.

Michel Foucault en su "Genealogía del Racismo" da un marco discursivo al respecto: "La creación de un ministerio de historia, del gran depósito de archivos (...), representa un intento de disciplinar el saber histórico. El poder necesita reducir a disciplina los saberes históricos y establecer así un saber histórico de estado"(p.153). De este modo, asistiremos en un futuro cercano, cuando el ´presente sea historia', a un bestial enfrentamiento, "entre la historia disciplinada por el Estado, contenido de una enseñanza oficial, y la otra historia, ligada con las luchas, como sujetos en lucha".

Suturando esta noticia, que será historia, con imágenes de Perón plasmada en miles de afiches de "El primer trabajador", que empapelan Buenos Aires en estos días, tuve una sensación de hastio en situación kafkiana, desde un ángulo desconocido, pues ya no guardo la esperanza de que se pueda construir una existencia coherente, a partir de una ficción, que el poder peronista nos obliga a transitar, con decretos que pretenden fundar una 'historiola' argentina, condenada a imaginar un pasado fabulado y determinado por un grupo de escritores amateurs, con trayectoria dibujada en Hollywood o Lumiton.

El argentino no tendrá, ni siquiera un espacio para imaginar su identidad, ante el desparpajo de rescribir por decreto, nuevamente nuestra historia, hecha y deshecha en infinidad de intentos, de encontrar la medida, un lugar donde instalar a los innombrables, elevados a categoría de dioses del Olimpo.

Hector Bianciotti en "La busca...", de manera clara, manifiesta la fuga del país ante una situación política, a la que califica de "dictadura" con duros términos, dictadura protagonizada por el General Perón y dice:"...la pululación policial acechará al diferente...la guarangada preconizada por un militar desde un balcón rosado, el culto de la camisa arremangada..."(p.85), continúa en el relato vivido por Bianciotti, en la opresión obsesiva que confiesa el yo y se agrava en 1953, al sufrir un tiempo de prisión en Buenos Aires. Por esa circunstancia recuerda una de las divisas de la época. "Alpargatas sí, libros no" (Esa suerte de silogismo esgrimido por los intelectuales cuestionándolo.) Esta última frase digna de recordar, en este año 2011 en que Buenos Aires se convierte en "Capital del Libro".

La posición de total repudio al peronismo en el poder, adquiere su máxima visibilidad en los capítulos 57 y 59 de "Ce que..." donde Bianciotti narra acerca del regimen fascista del peronismo reinante, el control policial sobre las identidades, la discriminación ideológica y de todo tipo, para quien no comulgue con lo dictado por "el General"...las torturas y desapariciones...en fin la imágen y figura de Perón se eternizó y es demasiado anacrónica esta circunstancia, cuando la presidenta habla de "una Argentina para todos"...debo admitir que Cristina Fernández me resulta carismática, inteligente, perspicaz y aguda... pero de inmediato deviene el interrogante ¿porqué ese entorno mediocre y siniestro?, ¿cual es la necesidad de persistir con la memoria de los muertos vivos?... se debe recordar, que si algo caracterizó a los gobiernos peronistas en Argentina, fue la constante presencia del caos político y de la violencia social, que como nunca antes en la historia del país, desarticuló todas las formas tradicionales de relación del poder y del campo social y, por ello mismo, las formas discursivas generadas desde el campo cultural.

Y por fin, ¿para que eternizar la imágen de Perón?, sería como en España hacerlo con la de Franco (gran amigo del General y de Hitler), en Italia con la de Mussolini y así sucesivamente hasta terminar con todos los que de una manera u otra instalaron temor y enfrentamiento en las comunidades, que manipularon a su antojo: "Al enemigo ni perdón", "...Por cada uno de los nuestros que caiga, caerán cinco de los de ellos", frases célebres de Juan Domingo Perón, parafraseada en el final del ensayo "Salvo el Crepúsculo" de Julio Cortazar, antes de exilarse en París, por ser perseguido en gobierno peronista...el heroico Che Guevara otra víctima de este régimen, ¿Borges?...y los nombres de decenas de prohombres, de mi Argentina, que sufrieron la degradación, por pensar y ser diferentes, soportando humillaciones y vejaciones de todo tipo, por simplemente 'ser'.

Este proyecto del constante revisionismo de la historia, 'de una historia disciplinada' no es un invento peronista. Como decía Walter Benjamin, "la historia la escriben los vencedores", no hay dudas, pero ¿qué necesidad de hacerlo con tanto desparpajo y por decreto?...que se esconde en el fondo de esta quimera de exaltación a la nada y al 'no ser'.

Llamo a transparentar y accionar, además de la 'boutade' de cómo hacer la historia, sobre urgencias reales: Argentina hoy solo es paisaje, un destino exótico para turistas de todas las latitudes, para invertir y consumir, con índices de mortalidad infantil enormes, enfermedades endémicas, millones de hectáreas de soja fumigadas con veneno en desmedro de la salud de los habitantes de la tierra, junto con una densidad de un habitante y medio por kilómetro cuadrado, en todo el territorio nacional...nada ha cambiado desde hace dos siglos. Transitamos un presente señores lectores, que será historia y que debe ser tratado con las 'urgencias de un recién nacido'.

El estudio de la historia, para mi y otros tantos, sirve sólo en la medida en que beneficia a la vida. Pero me pregunto: hasta qué punto la vida necesita de la historia.

1 comentario:

  1. Claro y con cojones el filósofo silenciado por el régimen fascista argentino. Sanguinetti dice bien lo que otros callan. Bravo!

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