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sábado, 8 de octubre de 2011

Menos gastos militares

Menos gastos militares ¡más colegios y hospitales!

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es una táctica al servicio del capitalismo en su estrategia global para frenar el progreso de los pueblos. Es una vergüenza de la humanidad entera, no ya las muertes, sobre todo de civiles, ocasionadas por el complejo industrial-militar en general, dicho sin segundas, sino por la OTAN en particular. Siguen velando sus armas en Rota.

A España le costó 100.000 millones de pesetas entrar en la OTAN.“Un presupuesto excesivo para la crisis económica que se vivía” según revela el periodista Mariano Guindal en su libro ‘El declive de los dioses’, donde saca a la luz numerosos asuntos empresariales y económicos que han sucedido en España entre 1973 y 2011, en el régimen monárquico heredado de Franco por los borbones.

Según el periodista, España pudo hacer frente a esa cantidad gracias a la ayuda de Estados Unidos y Alemania, “que lo solucionaron con un crédito”.

En este sentido, Guindal también destaca que el referéndum de la OTAN le costó al PSOE un endeudamiento de 8.000 millones de pesetas, “que fue asumido por la banca”. Para el periodista, este hecho fue el que condujo al partido político “a la financiación irregular, que quedó de manifiesto en el llamado caso ‘Filesa’”.

Celebramos ya más de un cuarto de siglo de la acertada decisión de los canarios y canarias de no integrarnos en la siniestra organización, mediante la victoria en el referéndum del 12 de marzo de 1986, y exigimos el desmantelamiento de las bases militares extranjeras en nuestro territorio, así como la retirada incondicional de los ejércitos invasores en general y de la OTAN en particular, de la que España forma parte, ejércitos que tienen que renunciar a nuevos intentos de instalar bases militares de la OTAN o de ningún otro ejército extranjero, ni mediante la construcción de un Puerto en Granadilla ni en Arinaga, ni en ningún otro lugar, acorde con el ordenamiento jurídico internacional, dado que si Naciones Unidas (ONU) considera a Canarias territorio autónomo, que no lo es al tratarse de una falsa autonomía, hay que respetar y cumplir nuestra decisión democráticamente tomada de no pertenecer a la OTAN, descolonizando nuestra Nación y si la ONU no nos considera territorio autónomo procede aplicar la Resolución 1514 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que exige la concesión de la Independencia a las Naciones colonizadas, como es el caso de Canarias, invadida y anexionada por la fuerza de las armas por el viejo y caduco imperio español.

La celebración del Referéndum sobre la pertenencia o no del Archipiélago Canario a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) marca un hito histórico para Canarias, pues la única lectura que admite, jurídica, política y socialmente es que Canarias se autodeterminó en esa consulta popular vía Referéndum, si bien es cierto que no procede la solicitud de autodeterminación para Canarias, sino la descolonización e independencia, como cualquier otro territorio ocupado.

Democráticamente, pese a los numerosos inconvenientes para votar con los que tropezaron los innumerables partidarios de NO pertenecer a esa organización de muerte y destrucción, Canarias rechazó su integración en la OTAN, mediante la celebración de un Referéndum que, a regañadientes, convocaron las fuerzas de ocupación, dirigidas en ese momento por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Referéndum que si se celebrara actualmente el NO ganaría de forma más contundente aún, conocidas las nuevas fechorías de la Santa Alianza, masacrando indiscriminada e impunemente a civiles inocentes en Irak, en Los Balcanes, en Afganistán, en Libia e incluso a los propios soldados de la Alianza mediante la experimentación de nuevas armas químicas y bacteriológicas.

En Canarias tenemos buena prueba de sus criminales actividades mediante las innumerables maniobras que realizan en nuestro Archipiélago, cuya muestra más sangrante es la muerte de zifios y otros cetáceos debido al uso indiscriminado de los mortíferos sonares militares, que se puede corroborar en el enlace adjunto de la prestigiosa revista de divulgación científica Nature. Nadie está a salvo de esa organización de muerte y destrucción.

Es la dignidad del pueblo andaluz la que también está siendo pisoteada, con el que no se ha contado para ampliar la ya desproporcionad base militar de Rota. El día 19 de noviembre de 2011 es una buena fecha para salir a la calle exigiendo la desmantelación de la misma o por lo menos un Referéndum donde se consulte la voluntad de los andaluces al respecto, que no debe permitir que, por un plato de lentejas, su territorio sea utilizado para saquear los recursos de los depauperados hermanos pueblos africanos.

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