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jueves, 16 de junio de 2011

BUENA MUSICA CON GATO GOTICO

ALGUNAS OPINIONES SOBRE GATO GÓTICO



"Gato Gótico es uno de los grupos de Jazz que posee una visión global de la música como punto de partida para el análisis de otras artes y realidades sujetas a la intervención humana que las hace proteicas. Con esta perspectiva necesariamente rompedora de moldes y clichés al uso, surge la necesidad de dar cabida a nuevos instrumentos como el kora, la darbuka, el bendir, el guembri, el ud o la mandola.

Estos instrumentos resitúan al oyente, alteran la linealidad de una música estrictamente urbana, pero con la diferencia que la tonalidad urbana de Gato Gótico se reconcilia con el origen del Jazz y lo hace progresivo: desde nuestra música folklórica, el Norte bereber, el Sur subsahariano, hasta viajar al Caribe, resumen de tonalidades y ritmos eminentemente africanos. Se trata, evidentemente, de una música móvil y visual, la que viaja y deambula, la que visualiza y describe".

A. Díaz Pacheco



"La creatividad atlántica no se detiene y Gato Gótico ya ha dado cumplidas pruebas de su capacidad de mestizaje y fusión de estilos, esa versatilidad que va desde la orilla africana a la orilla americana, músicas de ida y vuelta tamizadas por los ancestros de la insularidad, por la sutileza atlántica, que en todo caso enriquecen y matizan el mensaje".

L. León Barreto



"Fuegos fugaces, islas de fantasía, aguas salutíferas, sangre de drago: es esta una mitología que apenas ha tenido acompañamiento musical, si acaso las chácaras, la flauta y el tambor, la suave cantinela de los trabajos del campo. Hacía falta otra música que subrayara este preciso territorio. Por este espacio rampa Gato Gótico con un maullido funcionalmente estremecedor.

El jazz se despega de las etnias por melanización y se pasa al ancho pentagrama terrestre. El ritmo, su color, el ictus universal siempre con la doble semántica tan sugerente de este término, pues no se olvide que ictus es para los latinos tanto "golpe", "herida" como "ritmo" y "cadencia". El soporte jazzístico de Gato Gótico es entonces el de un formato muy coloidal, y también muy consolidado de producción musical que admite injertos intensivos de cada lugar donde se produzca más los intencionales de cada mente que lo ejecuta con su boca, con sus dedos, con sus pies en movimiento. Se dice que hacen jazz étnico porque actúan de modo sincrético, englobando aportaciones de muy variados orígenes culturales, ya sea música criolla cubana, música afrocubana, música perviviente de los antiguos canarios y música de Berbería, su más reciente contaminación. El alma de todos esos pueblos de aquí y de allá es la que se reproduce en sus notas, en ese aire funcionalmente declarativo de memoria vital de esos pueblos: el guajiro de la loma, el cantor del sirinoque, el fellah de la Kabilia, el muy blanco Django Reinhart, el muy funky Miles Davis, el esclavo algodonero del profundo Mississipi. Música de fusión de humanidades diversas, el jazz evolucionado sólo representa a la etnia humana en su prodigiosa multiplicidad y variedad.

Entiéndase entonces el sabor étnico de Gato Gótico como un movimiento vinculante a la comprensión de esta zona terrestre que llamamos Macaronesia y que tiene sus raíces en los continentes adyacentes, y musicalmente hablando como un regreso a la noción original que arrastra el jazz: la música subsahariana".

Ángel Sánchez



"Desde que comencé a hacer programas de música popular en la Radio de Colonia y a interesarme por las fusiones musicales, y una de estas fusiones más interesantes es la de jazz -folklore o etno jazz, la actitud de muchos músicos y cantantes de aproximarse a tradiciones ajenas a la suya empieza a tener una pequeña dimensión política. Formulándolo de una manera plástica se podría resumir diciendo: contra la limpieza étnica, fusión étnica, contra la locura de la limpieza (¿de sangre?), el placer de lo revuelto, y todo lo demás es racismo cultural. La salida está por ahí, y Gato Gótico se ha puesto en la primera línea de salida. Y eso me parece extraordinario: el jazz gana con las formas y estructuras étnicas una cierta estabilidad y relación de significado dentro de su quehacer musical informe y sin asidero seguro, la música folklórica gana nuevas dimensiones artísticas que vuelven a poner en movimiento las reglas escleróticas del género, sin perder por eso su significado social, emocional, político en el seno de su comunidad..."

Karl J. Müller

Antes que muchos grupos y la subsiguiente eclosión de música étnica alejada ya del simple folclore, Gato Gótico había hecho fusión entre la música tradicional herreña y el jazz, según afirma Elfidio Alonso en el diario de Tenerife La Opinión. Ya se estaba indagando sobre la similitud de muchas manifestaciones de nuestro folclore con el del Área Tuareg del Norte y Noroeste de África. Nuestras raíces olvidadas o silenciadas, resurgen casi con la música a la par que parte de nuestra identidad como pueblo de encrucijadas y mestizaje.

Me consta que Gato Gótico fue el primer grupo que no se conformó con buscar la conexión aborigen canario amazigh en los archivos empolvados de las bibliotecas, sino que acudió, en primera instancia, a los lugares donde más se producía este parentesco, como Sabinosa, en El Hierro. A continuación, emprendieron ruta al Norte de África y Senegal en varias ocasiones y allí lo comprobaron, no como libre-oyentes academicistas sino como partícipes en varios festivales músico-poéticos, como el Poesiades de Bejaïa, en Berbería (Argelia). Y, cuando digo partícipes, me refiero a estar codo con codo con los habitantes de esos lugares, andar el desierto, aprender de su lengua y su idiosincrasia, y tantas cosas que hacen sentir como en casa. Y todo les pareció lo mismo: la danza beréber era muy similar al sirinoque palmero. La música y los pueblos, todos en unas notas o en un toque de tambor.

A.Arroyo Silva

http://www.youtube.com/user/elvigiaeditora


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