VIVIR AL LIMITE

VIVIR AL LIMITE L. Soriano

Yo como siempre, dando alegrías de buena mañana. Pero, créanme que la única intención de mis discursitos es un afán de reflexionar con quien me acompañe en ello.

En España, vivimos al límite, no podemos permitirnos ningún lujo, el grueso de los españoles, en sufrir nada que se salga de cierto carril, porque lo tenemos todo gastado y endeudado. Es como cuando tenemos adelantado y gastados 6 meses del sueldo a percibir. Vamos lampeando y esperando algo “extra” para poder respirar. Pero todos los meses, aparece algo, cuando no es Ibi es rodaje, cuando no es un seguro, actividades extraescolares, pequeñas vacaciones, la nevera rota, y hasta un cumpleaños o atención medica no protegida.

Pues esto así, cuando ocurre alguna eventualidad, y más si implica tragedia, los recursos que hay para la atención se desvelan inexistentes. Nos empeñamos en vivir por encima de nuestras posibilidades reales económicas. Queremos emular a países con potencial y posibilidades, por un voluntarismo que queda en eso, pero que no es capaz de sostenerse con la realidad de lo que nos podemos permitir y de lo que podemos producir.

Nosotros no estamos preparados para situaciones de crisis ni de complicaciones o desgracias porque hemos creado un sistema que absorbe todo lo que puede para sostenerse a sí mismo sin dejar nada a las reservas porque ocupa todo hueco “vacio”, o se inventa un lugar donde desaguar recursos. Vivimos unos sobre los otros. Si hay seguridad social es porque la mayoría no la usa. Si hay educación es porque una gran cantidad de contribuyentes no la utiliza. Si hay algún recurso, es porque hay un porcentaje enorme que no esta protegido; como es el caso de los no dependientes, pero que si contribuyen y además con mayor largueza que los dependientes o funcionarios.

De momento no necesitamos un caro ejército moderno y eficaz, y nuestra policía con los nefastos medios con que la dotan hacen una labor heroica, excepto la de tráfico por supuesto. De momento, con nuestro clima y con nuestras escasas calamidades naturales los “dueños” del Presupuesto se lo reparten “Al Límite”. Es en casos como los que nos ocupan, en estos días cuando vemos para que son necesarios los recursos. Para todo esto menos para que el sistema se lo engulla todo en su bastarda retroalimentación, y en la corrupción, derroches, despilfarros y dilapidación salvaje. A Reflexionar