Páginas

jueves, 7 de abril de 2011

México y la ofensiva imperial de Obama: el extermino, la fase superior de la guerra narca y la invasión en ciernes...

Fase superior de la guerra

Narca: El exterminio

Desde hace varios meses, Voces del Periodista publicó que, con apoyo “académico” de algunas universidades, el gobierno de los Estados Unidos realizaba mapeos del territorio mexicano -como los realizados con anterioridad en Colombia-, con el objetivo militar de prevenir la influencia de movimientos armados de corte guerrillero en las comunidades rurales. Se apuntó entonces que una de las regiones ya mapeadas era la de San Luis Potosí, casualmente el estado donde recientemente fue asesinado el agente del Departamento de Aduanas estadunidense Jaime Zapata. Las autoridades mexicanas, tuteladas por el FBI y la DEA, guardaron silencio sobre aquella advertencia.

Hace dos semanas, el gobierno de la República, forzado por las circunstancias, reconoció vuelos en territorio mexicano de aviones militares norteamericanos no tripulados -drones, como los que las fuerzas armadas de los Estados Unidos han empleado en operaciones en el Medio Oriente para cazar blancos concretos, y que han costado la vida a 700 civiles, según conteo delNew York Times. En algunas ocasiones y en eventos específicos, confesó la secretaría técnica del Consejo de Seguridad Nacional a cargo de Alejandro Poiré, el gobierno “ha solicitado a Estados Unidos apoyo de aviones no tripulados para la obtención de información específica, definida por México, en particular en la zona fronteriza, para la consecución de objetivos concreto en materia de seguridad”. No hay equívoco: El gobierno mexicano ha solicitado…

De inmediato, senadores de la oposición declararon que esas operaciones violan la soberanía nacional, pasan por encima de la Constitución y son otra muestra de la subordinación del gobierno mexicano a Washington. La priista presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara alta, Rosario Green, increpó: “¡No sé que le falta al gobierno de Calderón para entregar el mando! Eso es algo realmente preocupante”. El ex ministro de la Corte y diputado presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara baja, Florentino Castro Castro estableció que las incursiones aéreas estadunidenses violan la soberanía y la Constitución mexicanas.

De guerrillas se hizo alusión en el tema de los mapeos arriba comentados. Posteriormente, en declaraciones de funcionarios del gobierno de los Estados Unidos, empezando por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, se ha hablado de que los cárteles de la droga ejecutan acciones denarcoinsurgencia que implican peligros para la seguridad nacional. El gobierno de Felipe Calderón ha respondido indignado a ese diagnóstico que va más allá de la mera insinuación.

En un reportaje-entrevista publicado a principios de marzo por La Jornada, con crédito a Sanjuana Martínez, el hasta esos días todavía director de Seguridad Pública de Torreón, Coahuila, general Bibiano Villa Castillo, al recordar su parentesco con Pancho Villa, expresó que éste hizo guerra de guerrillas y a él le toca ahora combatir a la guerrilla urbana. De ello se colige que existen militares que le dan su verdadero nombre a “la lucha por la seguridad de los mexicanos” de la que habla el presidente Calderón.

Pero hay algo más pavoroso aún en el testimonio de Villa Castillo: El personal militar, explicó, es adiestrado para el combate. No se raja. Donde alcanzamos a los delincuentes, admitió, los matamos. “Hay que romperles la madre”. Al referirse a los zetas o a los chapos, dijo: “Cuando agarro a un zeta lo mato. ¿Para que interrogarlo? Que le vaya a decir a San Pedro lo que hizo”. ¿Cuántos mandos militares implicados en la guerra contra el narco comparten ese brutal criterio y aun sus prácticas?

Desde hace tiempo, se difunden versiones de que, desde algunas guarniciones militares, se destaca clandestinamente a comandos vestidos de civil que, en incursiones nocturnas en zonas semiurbanas o rurales de preferencia, atacan en sus domicilios a familias civiles, sin que de estas operaciones se informe públicamente. El pasado 16 de marzo, un reporte dio a conocer que en Tecámac, Estado de México, elementos de la Policía Federal tuvieron un incidente con “soldados vestidos de civil” que, al ser interceptados, “actuaron de manera prepotente”. Ambos grupos habían salido de la Ciudad de México. Según fuentes de la secretaría federal de Seguridad Pública, el vehículo en el que viajaba alguien que se identificó como general del Ejército, portaba placas con reporte de robo.

Los temas anteriores no son simples tópicos. Revelan que “la lucha por la seguridad” se está saliendo de madre, alcanzando dimensiones que erizan aún más el ánimo de la sociedad mexicana.

México y la ofensiva

imperial de Obama

PABLO MOCTEZUMA BARRAGÁN

Se fue el embajador Carlos Pascual, pero el proyecto de EU avanza. Para tener el control y el derecho de intromisión en México, buscan presentarnos como Estado fallido, por eso Barack Obama declaró el 22 de marzo que “Calderón tiene cierta frustración por el fortalecimiento de los cárteles”. No quitan el dedo del renglón. El proyecto imperial de Estados Unidos está en crisis y a toda costa necesita ganar posiciones en su lucha por mantener su hegemonía mundial y para ello busca hoy tener el control directo de México y pretextos para entrometerse. Vivimos tiempos de neocolonialismo. Estamos en una situación límite en la que se quieren cancelar soberanía y derechos.

Felipe Calderón se presentó el 3 de marzo ante Barack Obama con un regalo: El anuncio de otro paso para desnacionalizar y privatizar Pemex con la apertura de campos maduros al sector privado. Esto es absolutamente anticonstitucional. Sin embargo, ya arrancó la licitación para asignar contratos incentivados y se apuntaron Repsol, British Petroleum y Tecpetrol. En el Centro Woodrow Wilson, el día 2, Calderón les informó a sus anfitriones :”Hicimos reformas en el sector energético permitiendo contratos privados con Pemex (...) Debo decirles que fue casi un pecado mortal". No es un pecado: si es una grave violación a la ley y a la soberanía.

Pero el gobierno panista apoya en todo a las corporaciones, a las petroleras y a las que especulan con el hambre del pueblo, atentan contra la soberanía energética y la soberanía alimentaria, apoyando a empresas como la Cargill, que es la que subió más el precio del maíz en México. La tonelada de maíz blanco la aumentó de tres 710 pesos en diciembre a cinco mil 50 en febrero. A su vez, luego de la visita a EU, Calderón autorizó a través de la Secretaría de Agricultura a la transnacional Monsanto sembrar maíz transgénico en Tamaulipas. Ya han dado 67 permisos. En lugar de invertir para el desarrollo en México del maíz y de las variedades mexicanas.

Los gobiernos de México, tanto del PRI como del PAN, han sido controlados por Washington. Primero, nos endeudaron y luego impusieron las políticas del (FMI) y el Banco Mundial, que nos llevaron a la crisis que vivimos. Hoy la deuda externa ya llegó a niveles sin precedente, 182 mil millones de dólares; la deuda total alcanza 400 mil millones, el 40 por ciento del PIB.

El Tratado de Libre Comercio, lejos de traer prosperidad, ocasiono la ruina de le economía mexicana. Los productores nacionales están en bancarrota y son las grandes corporaciones -principalmente estadunidenses- que dominan la economía, agricultura, industria, comercio, servicios, banca. El mexicano víctima de desempleo, malas condiciones laborales, explotación y miseria es empujado a migrar. Más de medio millón de mexicanos se van “al norte” cada año y allá son tratados como esclavos modernos y criminalizados.

Tras la integración económica y política, ahora avanza la integración militar. En la conferencia de prensa del 3 de marzo Obama y Calderón criticaron el “baño de sangre en Libia”. Al mismo tiempo que hacían estas declaraciones EU y la OTAN producía otro baño de sangre en Afganistán. Esos días hubo cuatro bombardeos contra civiles en Afganistán y más de 80 muertos, muchos niños y niñas. Por lo que el 6 de marzo hubo una gran protesta en Kabul. ¡Fuera ocupantes de Afganistan! gritaban. A los pocos días comenzó el bombardeo contra Libia, matando a decenas de civiles e interviniendo militarmente en ese país, lo que viola las leyes Internacionales y el artículo 89 de nuestra Constitución. Pero el gobierno de Calderón apoya a Washington, rompiendo con la tradicional política exterior de México, que defiende la autodeterminación de los pueblos, el gobierno de Calderón ha apoyado activamente la estrategia de Washington.

La integración militar -ASPAN entre Estados Unidos, Canadá y México- busca la participación de los mexicanos en las guerras del imperio. En los proyectos de ley migratorios de Obama, un aspecto fundamental ha sido el reclutar mexicanos con la oferta de obtener su ciudadanía en aquel país. A su vez, promueven la intervención abierta de Estados Unidos en territorio nacional. Hillary ha hablado abiertamente de llevar a cabo un Plan Colombia para México, lo que significa poner bases militares de Estados Unidos en nuestro territorio. Ya la Oficina Binacional opera ya en Reforma 265 de manera anticonstitucional y violando la soberanía de México. También desde 2009, la Armada de México se sumó a las maniobras militares conjuntas Unitas 50 con Estados Unidos. Luego de construir el muro de la muerte, por el que votó Obama cuando era senador, su administración ha enviado a la frontera a 20 mil guardias nacionales y ahora aviones no tripulados Global Hawk que pueden ser equipados para bombardear y que ya patrullan la frontera. Desde 2004, en Pakistán este tipo de aviones han asesinado a 2 mil 430 personas, civiles la mayoría. El año pasado, hubo 134 ataques que mataron a 929 personas. ¿Lo mismo hará en México para combatir al crimen organizado? El objetivo de Estados Unidos que en su surgimiento levantó su economía en base al trabajo esclavo del sur, es ahora que está en decadencia el de integrarnos para que seamos sus nuevos esclavos del sur.

En México, corre la sangre. Detrás de tanta muerte, está la intervención yanqui: ellos promueven matanzas, violencia, narcotráfico y una guerra en la que ya suman 40 mil muertos, para tener pretexto de intervenir en México. Su objetivo: seguir controlando la economía mexicana, apropiándose de nuestras riquezas y del trabajo de los mexicanos.

La intervención yanqui ¡Es el problema, no la solución! Ahora no sólo quieren nuestro petróleo, oro y plata, quieren nuestra sangre, tienen grandes ganancias con esta guerra, el tráfico de drogas y el lavado de dinero. Está documentado que la “guerra de Calderón” fue impuesta por George Bush, quien en octubre de 2006 mandó a la señora Karen Tandy, administradora general de la agencia DEA, y a David Gaddis, jefe de la oficina de la DEA, a reunirse con Genaro García Luna y Eduardo Medina Mora para preparar el inicio de la “guerra”. La debilidad de Calderón -que había sido el beneficiario del fraude de 2006- le obligó a aceptar el plan yanqui. Así que ésta es “la llamada guerra de Calderón” en realidad

es la guerra de Washington. La venta de armas y los conflictos bélicos son el gran negocio de Estados Unidos.

Calderón fue citado por Obama el 3 de marzo, luego del asesinato del agente de la migra (ICE) de EU, Jaime Zapata en San Luis Potosí. ¿Qué hacía un agente de la migra gringa en SLP? Y resulta que en pocos días el Departamento de Justicia de EU identificó a los hermanos Osorio, como los traficantes del arma con que se ejecutó al agente. ¡Ah, entonces sí pueden hacerlo! ¿Por qué no paran el tráfico y venta de las decenas de miles de armas de origen estadunidense? De verdad, es un negociazo para la industria bélica del vecino del norte. El mismo día de la visita estalló un gran escándalo al descubrirse el plan encubierto del gobierno de Obama en contra de México. Agentes gringos denuncian a la ATF (Oficina de Alcohol, Tabaco Armas de Fuego y Explosivos) del gobierno de EU, por un operativo de nombre Rápido y furioso a través del cual se introducen consciente y deliberadamente en territorio mexicano miles de armas para los carteles de narcotráfico.

La denuncia se hizo el jueves 3 de marzo durante el programa de televisión CBS News por parte del agente John Dodson. Este policía federal de EU de la ATF y otros agentes se opusieron con valentía y denunciaron a sus jefes que "desde arriba" diseñaron la operación. Posteriormente el 22 de marzo otro agente de ATF, René Jáquez, detallo a CBS que también la DEA y Seguridad Interior, además de un asesor de un asistente del Procurador fomentaron el contrabando.

Las actividades criminales y el narcotráfico están controladas y dirigidas desde EU. La matanza entre mexicanos también es un gran negocio para el complejo bélico - militar que tiene el control del gobierno de Washington. Ya el 17 de enero de 1961, el mismísimo presidente Dwight D Eisenhower, en su discurso de despedida a la nación, advirtió a Estados Unidos y al mundo de la creciente influencia “complejo militar-industrial” de su país, en la que 3.5 millones de hombres y mujeres estaban directamente implicados y que se habían convertido, dijo él, “en la estructura misma de la sociedad”. De modo que vender armas, municiones, lanzacohetes, helicópteros, ametralladoras, equipo de inteligencia, tanto al gobierno como a los cárteles, es el gran negocio para ese complejo militar-industrial que necesita guerras, petróleo y sangre. Pero ni el pueblo de México ni el de Estados Unidos quieren esta guerra, violencia y caos, y hombro a hombro haremos fracasar los designios imperiales.

El domingo 13 de marzo el diario The New York Times informó que los Estados Unidos suscribió acuerdos de armamentos por unos 37 mil 800 millones de dólares el año pasado, lo que representa un 68 por ciento de todos los negocios de armas a nivel global. Estados Unidos manda el 90 por ciento de las armas ilegales a México. Dicen preocuparse por la seguridad, pero al exportar tanto armamento letal muestran que lo que les preocupa es impulsar la violencia, las guerras y los conflictos armados en todo el mundo y en México.

En México, dicen cooperar en la lucha contra las drogas, pero el resultado de éste es que en seis años se ha duplicado el uso de cocaína y ha aumentado 50 por ciento el de mariguana”, como afirmó recientemente Córdoba, el secretario de Salud. En realidad lo que busca el neocolonialismo es tener a la población drogada, así como en el colonialismo se introdujo el alcoholismo, que no existía en la época precuahutémica.

John Morton, titular de inmigración señalo el 12 de marzo que México “será de lejos nuestra mayor oficina en el exterior”. ¿Qué tiene que hacer la migra gringa en México? En lugar de parar el tráfico de armas Obama -Premio Nobel de la Paz- insiste en que sus agentes en México ¡porten armas! Esto implica que la intervención de EU en México va que vuela a ser una intervención armada. La ASPAN que firmó Vicente Fox, con Bush y Paul Martin, de Canadá, ha llevado a la integración y virtual anexión de México a Estados Unidos (y sus corporaciones) y a la peor inseguridad en muchas décadas. El problema del narcotráfico viene de Estados Unidos, allá distribuyen la droga -es el primer mercado mundial de estupefacientes-, de allá vienen las armas para los cárteles, allá lavan dinero y además utilizan el narcotráfico para crear una crisis en México e intervenir de manera cada vez más abierta y descarada, con el pretexto de la “cooperación” para la seguridad.

Ahora, tras la integración económica, están llevando adelante la integración militar. El ejército y las agencias estadunidenses actúan abiertamente en México, siendo el ascenso del narcotráfico en el país el que les abrió la puerta. Luego de 12 años del Plan Colombia y ese país sigue siendo el primer exportador de cocaína; en Afganistán, la invasión lleva ocho años: En 2002 no producían opio, hoy son los primeros exportadores de esa droga. Vietnam, cuando estaba ocupado por Estados Unidos, era primer exportador de heroína, pero luego de la derrota estadunidense se dejó de producir la droga.

Nos echan la culpa del narcotráfico, pero ellos son los que lo operan. En México, hay ocho cárteles de la droga que, pasando la frontera, se les pierde el rastro. ¿Quién maneja tanto enervante en Estados Unidos? Allá distribuyen 15 veces más droga que en México y lavan 600 mil millones de dólares cada año. Allá nadie los detiene ni los molesta.

El gobierno de Calderón, el mismo que en mayo de 2010 fue a Washington al cementerio de Arlington a rendir homenaje a los invasores yanquis y a los mexicoamericanos que han muerto en las guerras imperiales ahora hace avanzar el proyecto de instalación de puertos internos para agilizar el flujo de mercancías en la frontera; es decir, van a “correr la frontera” para que agentes gringos operen en territorio mexicano y las mercancías fluyan ágilmente a Estados Unidos. ¡Las mercancías! De la libertad de flujo de personas ni hablar menos de eliminar el muro de la muerte que separa a los dos países y no permite el “libre flujo” entre “socios” y “aliados”.

Ese muro está en territorio que Estados Unidos le robó a México en el siglo XIX y que cada vez se parece más al muro que separa Israel de Palestina. En ambos muros, se asesina a niños con el pretexto de que “avientan piedras”. Como gran novedad en su conferencia de prensa, Obama y Calderón anunciaron el acuerdo para que ingresen libremente a EU los camiones mexicanos. ¡¿Y la gente?! Ramsés Barrón de 17 años fue asesinado en la frontera de Nogales por un patrullero fronterizo de EU el 5 de enero. El 7 de junio de 2010 un border patrol" le dio un balazo en la cabeza a Sergia Adrían Hernández de 15 años en el Puente Negro de Ciudad Juárez ¡en territorio mexicano! y el 25 de mayo entre Tijuana y San Diego, un grupo de 19 patrulleros mataron a patadas a Anastacio Hernández (hay un video). De esa actividad criminal Calderón no dijo ni media palabra., y hay completa impunidad, que no decir de los cientos de mexicanos que mueren en zona fronteriza. ¿No es eso también "crimen organizado"? Y a eso le llamó Calderón en la conferencia de prensa conjunta con Obama: "Una relación sin precedentes". Calderón miente: Si hay precedentes, el del traidor Santa Anna, quien en el siglo XIX, entregó más de la mitad del territorio. Ahora el PAN y el PRI quieren anexar el territorio completo a los Estados Unidos de las corporaciones norteamericanas.

Paso a paso preparan la intervención directa en México. El subsecretario del Ejército de Estados Unidos, Joseph Westphal, declaró, el 8 de febrero, que en México hay “una forma de insurgencia” encabezada por los cárteles de la droga y que podrían “tomar el gobierno”, lo cual llevaría a una invasión militar directa de Estados Unidos en nuestro territorio. Al día siguiente, Janet Napolitano especuló en el Congreso estadunidense sobre una posible alianza Zetas-Al Qaeda, y advirtió sobre una respuesta “muy, muy vigorosa”, a las 24 horas fue James Capplan, jefe máximo de Inteligencia del gobierno de Barack Obama, quien dijo que México ha sido elevado a la categoría más alta como amenaza potencial de Estados Unidos. La realidad es lo opuesto: Estados Unidos es la amenaza real más grande para la seguridad y la soberanía de México. Los planes de Estados Unidos y la oligarquía pro yanqui contra México son claros, pero los planes de nuestro pueblo son otros. Ha llegado el momento de reafirmar nuestros derechos.

Ya somos millones de mexicanos organizándonos para recuperar la plena soberanía de nuestra patria. Que no hagan cuentas alegres los estrategas imperiales de los vecinos del Norte y la oligarquía pro yanqui. El pueblo de México y el de EU deben unirse en ésta lucha común. Los trabajadores de EU están en pie de lucha contra la ley antisindical en Wisconsin, que destruye derechos conquistados hace 50 años. También en EU mucha gente se opone a la guerra y hoy se movilizan contra la agresión a Libia, del “Premio Nobel de la Paz” , y su “doble moral” pues las matanzas contra palestinos y la represión en Bahrein y Yemen las ignoran, la respaldan la ocupación de Arabia Saudita de ese país, mientras que a Libia la atacan “por razones humanitarias”.

El pueblo de México, que es soberano, está organizándose y en pie de lucha, construyendo un proyecto alternativo de nación en el prevalezca el bienestar de la gente. Lo importante es no sólo que ya nos estamos dando cuenta de dónde y por qué surge el problema, sino que estamos prestos a solucionarlo, a organizarnos para transformar la situación y conquistar la plena soberanía. Esta generación está dispuesta a unirse para romper con los planes neocoloniales de Washington y de la oligarquía pro yanki y construir un futuro libre y soberano en el que podamos vivir en paz.

La invasión en ciernes

MA. GUADALUPE SANTA CRUZ DE LA MORA

(Exclusivo para Voces del Periodista)

Los conocemos, los identificamos, no nos sorprenden sus tácticas hipócritas. Desde hace años lo dijimos y lo publicamos: México es el botín. Pero los piratas ya no tienen paciencia para esperar y, después de crear las condiciones propicias, nos invaden, validos de la ingenuidad de un Presidente que creía salvar a México de las garras del crimen organizado y se equivocó.

No necesitamos revivir la historia para saber que nuestros peores enemigos son los Estados Unidos de Norteamérica y su gente, con excepciones. Por desgracia nos tocó vivir pegados a ellos y no podremos sacudirnos su vecindad. Lo que sí podemos hacer es luchar contra su imperialismo a base de fe en Dios, de inteligencia y de tenacidad.

Nada de miedos. Nos invaden descaradamente. Envían armas de contrabando burlándose de nuestra soberanía, de nuestras leyes. Están muy bien enterados de nuestra legislación. Están al día y enterados del derramamiento de sangre que trajo consigo la persecución del narcotráfico; han recibido las peticiones del presidente Felipe Calderón, hechas al presidente Barack Obama y, ni por eso, detuvieron el trasiego de armamento a nuestro territorio.

Cuestión de la que está perfectamente enterada la secretaria de Estado, Hillary Clinton, aunque lo niegue. Es lógico que la intención no fue -como afirman los señores de la Agencia para el Control del Alcohol, del Tabaco y de las Armas- llegar a los capos más importantes, rastreando rifles y pistolas. De esta manera, EUA introdujo de contrabando dos mil 500 armas, la mayoría de ellas, de asalto. Para colmo, la jefa de Seguridad Interna de la Unión Americana, Janet Napolitano, negó estar al tanto. Señora: no somos tan tontos… Poco a poco, ustedes, los vecinos del norte, han inoculado su subcultura entre nosotros; de ahí las modas, las costumbres, la persecución a la vida, con el aborto; el divorcio, la demolición de la familia y… ¡las drogas! Pues bien, los yanquis, según ellos, iban a rastrear las armas y pescar a los traficantes mayores, pero como son tan sagaces, perdieron el rastro y… nadie sabe, nadie supo.

¿Tuvieron la atención de avisar al Presidente de la República y al secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora? No, al fin que para ellos somos su patio trasero. Estamos –eso creen- en su poder, porque poseen dólares, poder, maldad e indecencia. Por medio de estas líneas le recordamos a USA que el oro, la plata, las joyas y cuanto de valor

salía de la Nueva España, fue saqueado por los piratas de Isabel I de Inglaterra, y esa fortuna –incalculable- fue en parte traída a los Estados Unidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario